Wednesday, January 21, 2009

Unas de cal y otras de arena



Por Joaquin Samayoa - Columnista de la Prensa Grafica- El candidato presidencial del FMLN sigue estando muy bien posicionado para obtener el triunfo el próximo 15 de marzo.



El desarrollo y los resultados del evento electoral del pasado domingo nos dejan importantes lecciones y temas de reflexión. El TSE, los partidos políticos, las casas encuestadoras y los votantes estaremos haciendo valoraciones sobre todo aquello que, para bien o para mal, no ocurrió como se esperaba. En la medida en que busquemos con mente abierta las explicaciones pertinentes, podremos corregir errores.

El hecho que más salta a la vista es el buen comportamiento de la población. No hubo incidentes violentos a lo largo de la jornada ni los ha habido durante el conteo de votos. Hay votaciones muy cerradas que están todavía en disputa y han generado tensiones entre grupos partidarios, pero más allá de algunos insultos y poses amenazantes, no ha habido nada que lamentar.
Otro dato positivo es el ejemplo de madurez que dieron los alcaldes Orlando Mena y René Canjura al aceptar sus derrotas temprano, sin excusas y sin dramatismo. Lástima que el ejemplo no haya sido seguido por Violeta Menjívar y los máximos dirigentes del FMLN, quienes no pudieron reconocer el triunfo de Norman Quijano sin tratar de mancharlo calificándolo de ilegítimo sin sustentar esa apreciación.

También se vio mal el candidato presidencial de ARENA, al disputarle la escena a Norman Quijano durante el acto de celebración de su merecida victoria. Hubiera sido mucho mejor dejar a la gente con el buen sabor del discurso mesurado y conciliador del alcalde electo. No había necesidad de que Rodrigo Ávila tomara nuevamente el micrófono para pronunciar un discurso agresivo y vulgar, exhibiendo justamente el tipo de actitudes que más rechaza el electorado. También me pareció de mal gusto cantarle las golondrinas a la candidata del FMLN.

Aunque el grueso de la actividad electoral se llevó a cabo sin mayores contratiempos, tengo la impresión de que hubo demasiados casos de retraso en la apertura de los centros de votación. Muchos votantes tuvieron que esperar más de una hora. Algunos de ellos comprensiblemente se enfadaron y optaron por retirarse sin votar. Esto es una falta de consideración que puede y debe evitarse.

Mucho más graves fueron los tres o cuatro incidentes en los que los delegados del FMLN y el PCN en las JRV, extralimitándose en las facultades que les otorga la ley, impidieron que continuara la votación, alegando que había gente extraña queriendo votar donde, según ellos, no les correspondía. Abundan los casos y las circunstancias de ciudadanos legalmente inscritos para votar en un determinado municipio aunque residen en otra circunscripción electoral. Esa no es una razón válida para impedirle a alguien ejercer el sufragio y, menos todavía, para cerrar la votación en una determinada localidad.

Una última observación en lo que concierne al TSE. Muy deficiente el trabajo de acopio y divulgación de resultados electorales. No hay excusa para tardarse más de 48 horas en dar a conocer un conteo total, aunque preliminar, de los votos. Esa tardanza ha dado pie a disputas que podían haberse evitado.

En los meses anteriores al evento electoral, se alimentó una controversia sobre la calidad técnica y la honestidad de las empresas que realizaron encuestas de opinión. Las encuestas de las universidades proyectaban una holgada ventaja del FMLN sobre ARENA; las de los medios de comunicación proyectaban diferencias mucho más pequeñas. El sector menos educado y más intransigente de la izquierda emprendió una campaña de intimidación e insultos contra cualquiera que pusiera en duda la tesis de un triunfo inevitable y arrollador del FMLN.

Llegada la hora de la verdad, el FMLN aumentó su caudal histórico de votos y obtuvo importantes victorias, pero los resultados fueron mucho más congruentes con las encuestas de los medios de comunicación que con las de las universidades. Esto debiera servirles de lección a los partidos y a sus seguidores. No le hacen ningún bien a su propia causa cuando permiten que el fanatismo les impida considerar siquiera la posibilidad de que la realidad sea diferente de como ellos la ven.

La conclusión lógica es que si las encuestas de las universidades estaban equivocadas en lo que concierne a la elección de alcaldes y diputados, podrían estarlo también en sus proyecciones para la elección presidencial. Sin embargo, nadie debe perder de vista que la elección presidencial responde a criterios muy diferentes. El candidato presidencial del FMLN sigue estando muy bien posicionado para obtener el triunfo el próximo 15 de marzo. Hay muchas cosas que la campaña de ARENA tendría que rectificar para lograr mantenerse en la pelea.

1 comment:

Anonymous said...

hi walter

me gusta mucho el analisis de este senor, tiene mucha logica y es sin fanatismo

thank you

grace