Escrito por Sandra de Barraza/ Columnista de LA PRENSA GRÁFICA
Pero la transición no termina el 31 de mayo... nos llevará 60 meses porque en la siguiente elección presidencial comprobaremos si el FMLN se ganó la confianza y se fortalece y prestigia como instituto político capaz de administrar el Órgano Ejecutivo.
El país ganó y la democracia se fortaleció. La población decidió con confianza, en orden, sin miedo y con responsabilidad. A pesar de la millonaria campaña de miedo, el 63% de la población salió a ejercer su derecho y deber al sufragio. Seguramente muchos decidieron su opción amenazados con el riesgo de perder sus empleos. Seguramente muchos ni consideraron opción para no perder sus privilegios. Y seguramente muchos votaron por el miedo que se provoca en la ignorancia.
Nadie sabe a ciencia cierta cuáles fueron las razones y motivaciones en la elección presidencial que todos sabíamos reñida. Pero, lo que es obvio es que en el ejercicio del sufragio, la población desafió a los dirigentes políticos tradicionales demostrando evolución y madurez... demostrando que los que no tienen espacio en los medios públicos están muy por encima de esos dirigentes tradicionales que por años se han ocupado de dar rienda suelta a su discurso guerrerista y atemorizante.
Esos dirigentes y sus asesores de campaña fueron insensibles e incapaces de conectarse con la gente y su realidad, esa realidad que está determinada por los recursos, por las condiciones de vida y por las oportunidades que se tienen en 20 mil km². No fueron capaces de entender que, vividos años de conflicto, inseguridad y guerra, todos queremos paz, como dice el anuncio de los medios de comunicación, aunque con pena hay que reconocer que las inclinaciones ideológicas y emotivas hicieron que los medios se olvidaran hasta de lo que promulgan.
Los partidos políticos y los medios de comunicación tienen material para procesar. En el primer caso, la gente demostró que a su voto no lo “endosan”, hay dignidad e independencia. Y en el segundo, seguramente es oportuno reflexionar sobre la efectividad de los mensajes. Ni las voces ni las plumas ni los personajes fueron suficientes para hacer que la gente decidiera por la continuidad de ARENA en el liderazgo del Órgano Ejecutivo. La lección se aprendió rápido... se espera que la derecha modernice de pensamiento, su palabra y su acción. Anunciar la defensa de libertad no es suficiente... ¿Libertad para quién y para qué? ¿Libertad para que unos pocos hagan lo que quieran? Esto y mucho más se cuestionan fuera de las paredes del partido. ¿Puede provocar ARENA los cambios estructurales que se necesitan en la derecha? O ¿es la derecha del país, una nueva derecha, la que tiene que provocar los cambios en su partido?
La democracia ganó terreno. Por primera vez después de los Acuerdos de Paz. El artículo 88 de la Constitución de la República expresa en todo su contenido... la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República, dice, es indispensable para el mantenimiento de la forma de gobierno y sistema político establecidos. Por muchos años, muchos dirigentes afirmaron que alternabilidad se limitaba a cambio de personaje. La gente con su voto decidió que alternabilidad es un concepto más amplio... la decisión tomó años, ciertamente. Muchos se creyeron y se confiaron con la distorsión y limitación conceptual. El 15 de marzo, con poca diferencia, prevaleció la opción por la alternabilidad de partido. Esto plantea desafíos para todos pero, indiscutiblemente, fortalece las bases de nuestra democracia. La gente común y corriente se identifica con el pluralismo y con la democracia; la gente común y corriente es la fuente de poder y lo ejerce sin prepotencia ni ostentación en las urnas y a partir de ahora, la opción es de persona y de partido.
Han nombrado una Comisión de Transición. El secretario técnico la lidera y le acompañan dos ministros. El ministro de Hacienda porque recauda impuestos y administra el presupuesto. (No hay que olvidar el llamado del ex embajador de Estados Unidos de cobrar y pagar los impuestos ni la entrevista exclusiva de LA PRENSA GRÁFICA al ex ministro de Hacienda.) Y la ministra de Educación que maneja el presupuesto institucional más elevado (20%), que ha ejecutado su presupuesto sin quejas a la LACAP y que ha administrado la mitad de los empleados públicos del gobierno central sin huelgas. Importante su presencia por la necesidad de asegurar que los maestros, que son empleados públicos, se mantengan al servicio de los niños y adolescentes sin amenazar la gobernabilidad. Sin duda, debe aprovecharse su experiencia y reconocimiento públicos. Pero la transición no termina el 31 de mayo... nos llevará 60 meses porque en la siguiente elección presidencial comprobaremos si el FMLN se ganó la confianza y se fortalece y prestigia como instituto político capaz de administrar el Órgano Ejecutivo.
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