Escrito por Rafael Ernesto Góchez/ Colaborador de LA PRENSA GRÁFICA
La recesión es global y profunda. En EUA se perdieron 600 mil empleos en enero de 2009. El presidente Barack Obama criticó a la corriente conservadora por plantear que la reducción de impuestos es suficiente para resolver los problemas económicos y que el papel del gobierno no es relevante en este campo. Al respecto, Obama afirmó que el gobierno federal es la única entidad con recursos para reanimar la economía y que los norteamericanos votaron por el cambio. La ley de estímulo económico aprobada fue de US$787,000 millones y se proyectan otros US$75,000 millones para refinanciar hipotecas.
Desafortunadamente, la crisis económica mundial también podría reactivar el proteccionismo. Prueba de ello es que los demócratas habían incluido inicialmente una controversial disposición en el plan de estímulo económico. La cláusula “Compre estadounidense” pedía que en proyectos de obras públicas solo se utilizaran hierro, acero y bienes manufacturados en EUA.
La economía norteamericana creció 1.1% en 2008. Es probable que Latinoamérica tenga un similar crecimiento en 2009. Las áreas más afectadas serían: turismo, remesas, manufacturas, inversión extranjera y exportaciones. Los retos centroamericanos son: energía, crédito productivo, narcotráfico y vulnerabilidad socioambiental. Todo ello exige una efectiva colaboración entre los países centroamericanos.
En El Salvador, ya se vive una complicada situación económica. La cual no se siente tanto debido a la intensidad de la campaña electoral. Tan difícil es el escenario 2009-14 que el próximo gobernante no tendrá “luna de miel”. Los siguientes escenarios ilustran el embarazoso futuro salvadoreño.
Escenario 1: El principal partido de oposición gana y asume la presidencia de la república. El partido de gobierno se convierte en oposición y el bloque conservador ejerce su influencia legislativa. Se podría generar un período de transición caracterizado por una difícil gobernabilidad.
Escenario 2: El partido de gobierno retiene la presidencia de la república y la oposición política se siente frustrada y cuestiona la elección. El Salvador correría el riesgo de sumergirse en una doble crisis: política y económica.
Escenario 3: El partido de gobierno retiene el Órgano Ejecutivo y la oposición acepta los resultados electorales. La creciente demanda social, el limitado espacio fiscal y la necesidad de financiamiento externo exigirían acuerdos nacionales básicos y soluciones a los problemas cotidianos de la población.
Estos escenarios sugieren la construcción de un proyecto de país. El tiempo se acabó para el absolutismo y la intolerancia. Ha llegado la hora de la apertura interna. Por ello, el nuevo mandatario debería precisar el financiamiento de su plan de gobierno y establecer el desarrollo local como punto de encuentro.
En la actual coyuntura, el país requiere que la sociedad y el Estado salvadoreño definan el cambio que están dispuestos a concertar e impulsar. ¿Cambio de énfasis, estrategia, modelo o sistema? Existen, entre otras, las siguientes opciones: (1) El Salvador va por buen rumbo, solo se requieren algunos ajustes v. g. focalización de subsidios. (2) El problema es de eficiencia y coherencia, se necesita una nueva estrategia de desarrollo v. g. FUSADES ha presentado una propuesta de democracia y crecimiento. (3) El país demanda un nuevo modelo de desarrollo: un conjunto de efectivas políticas, leyes e instituciones para mejorar el bienestar humano de las presentes y futuras generaciones. El desarrollo sostenible sería una alternativa. (4) Para lograr el bien común hay que abandonar el sistema capitalista y adoptar el socialista, estableciendo diferentes valores, principios y funciones del Estado (intervencionismo) para distribuir la riqueza y alcanzar la igualdad social.
Saturday, March 14, 2009
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