Monday, January 28, 2008

INSULTO A LA PATRIA

PARA DIFUSIÓN INMEDIATA

INSULTO A LA NACIÓN

Compatriotas,

Esta semana pasada hemos tenido la oportunidad de escuchar al presidente de la junta directiva de la asamblea legislativa Rubén Orellana junto a otro caballero de su mismo partido político (PCN) Rafael Machuca, justificar el inmoral aumento salarial adjudicado por ellos la semana pasada.

Sus declaraciones han provocado dentro de la diáspora una indignación que sobrepasa los limites de tolerancia. Considero que no existen palabras que puedan cabalmente expresar la indignación que han generado las declaraciones de ambos directivos, quienes, carecen de todo respeto hacia la dignidad humana e incomprenden lo que significa tener el privilegio de representar los intereses del pueblo salvadoreño.

Escuchar al presidente de la asamblea legislativa nos ha provocado una tremenda tristeza para con nuestros compatriotas, ya que con cada palabra emanada de su boca, podemos comprender que los salvadoreños en las fronteras patrias están siendo liderados desde la asamblea legislativa por una persona que a todas luces demuestra una abismal incapacidad para liderar honestamente el destino de la nación; alguien quien además, demuestra deficiencia moral e incoherencia para producir pensamiento lógico o generar ideas debatibles en su argumento para justificar el aumento salarial.

En su declaración ofrece como excusa del aumento salarial la aplicación de una “nueva filosofía política”, que consiste en utilizar los fondos para el beneficio de la sociedad a la que representa, a través, de acciones de caridad, como el las llama como son: regalándoles “equipos de fútbol”, “donando a los masones”, etc.

Esas declaraciones, que transmiten el sentimiento de la mayoría de diputados, demuestran los verdaderos valores morales y éticos que existen en estas personas, así como, la manera como nos consideran a quienes constituimos la nación salvadoreña: seres humanos ignorantes e inmerecedores de respeto y consideración.

Durante las pasadas tres décadas la república ha sido sujeta a la notable corrupción de representantes de los partidos políticos PCN, PDC y ARENA. Millones de dólares del erario publico han sido robados para enriquecer ilícitamente a viles ladrones representantes del pueblo. Algunos de ellos sirven términos leves de prisión, otros han sido liberados, otros son prófugos de la justicia y certeramente habrá algunos otros quienes este día continuaran robando.

Clásicamente, se sabe que quienes se atreven a robar los fondos públicos, corren el riesgo de ser descubiertos - en algunos casos- e ir a la cárcel; pero ahora, la corrupción de estado, ha alcanzado un nivel de sofisticación, en el cual, el hurto de los fondos públicos, se disfraza con el nombre de “gastos de representación” con los cuales canalizan los fondos del pueblo hacia los bolsillos de estos inconscientes representantes del pueblo.
Su astucia disfraza esta acción de manera legal, con lo que se sienta un precedente considerado, como “traición a los intereses del pueblo”.

Esa es la “nueva filosofía política”, a la cual se refiere el profesor Orellana, la cual consiste en la inmoralidad y el cinismo.

Es aterrador el razonar que el destino de nuestra República se encuentra en las manos de personas con principios filosóficos tan errados como los del profesor Orellana y el resto de diputados por quienes ha hablado, los cuales son un ejemplo denigrable para la juventud salvadoreña y un riesgo para la paz social en el frágil sistema democrático del país.

El problema del liderazgo político de nuestra república es muy profundo, la honorabilidad, la ética profesional y el amor a la patria, son atributos que no son parte de la identidad política de nuestros lideres, quienes se pierden en sus ambiciones por poder y dinero, ignorando totalmente su patriotismo y responsabilidad publica por quienes los eligieron a representarlos.

Aparte de que sus políticas ideológicas fomentan la polarización, que genera el odio social y daña el desarrollo democrático, es aun más grave, que exista una macula democrática, como lo es en nuestro sistema de libertades la presencia política del Partido de Conciliación Nacional PCN; institución política que históricamente ha dañado al país e inmoralmente ha logrado sobrevivir debido a manipulaciones de la ley conspiradas con ARENA y el FMLN luego de las elecciones presidenciales del 2004.

Para cada uno de nosotros que amamos a nuestro país y somos patriotas, debería ser una prioridad el iniciar una campaña de participación cívica con la cual dejemos sin empleo a los propulsores de este aumento salarial, quienes son, todos los diputados del PCN.

Hago el llamado para que nos unamos a someter un amparo ante la corte suprema de justicia, para revertir la decisión de la asamblea legislativa, emitida tras las elecciones presidenciales del 2004, en la cual permitió que el PCN no fuese eliminado como partido político. De no poder revertir esa aberrante decisión, es nuestra responsabilidad de emprender una campaña de “NO VOTOS PARA EL PCN” en toda la república, haciendo énfasis en los ciudadanos de los departamentos de La Paz, Usulutan, Chalatenango y San Salvador.

La historia política salvadoreña muestra en su periodo más triste la insurrección armada del pueblo ante la opresión militar y la injusticia social, que dejo miles de héroes. Ahora, la opresión que la nación salvadoreña sufre es ideológica-política, y actos inmorales como el inmerecido aumento de salarios de los diputados abre la posibilidad real de una nueva insurrección.

Millones de salvadoreños en el exterior aportamos al país billones de dólares a través de donaciones durante emergencias nacionales; complemento a la economía nacional con nuestras remesas familiares que reducen los índices estadísticos de pobreza extrema; creación de desarrollo local con remesas productivas, fortalecimiento del sistema educativo al construir y equipar escuelas; promoción de nuestra cultura en el mundo; iniciativa empresarial que crea fuentes de empleo en nuestros lugares de origen; patrocinio al crecimiento turístico con inversiones y gastos en servicios; consumo de productos salvadoreños que fortalece a las exportadoras nacionales.

Millones de nuestros sacrificados dólares ganados por la mayoría de compatriotas limpiando casas, cuidando niños, cortando grama, construyendo casas y carreteras, cocinando, etc., son percibidos por las arcas del tesoro nacional y es inmoral que sean utilizados para mejorar las condiciones de vida de personas que “no tienen ética e ignoran las condiciones económicas de la mayoría del pueblo”, para vivir con salarios altamente incoherentes para la condición económica general a la que someten a la población en general. Aun así, con estos salarios inmerecidos, la mayoría de diputados, no se dedican con sacrificio y patriotismo a construir el país que todos deseamos, por el cual todos los ciudadanos honorables de la nación nos sacrificamos y que les exigimos que construyan.

He sido un critico profundo de Mauricio Funes, porque creo que su prepotencia y ambición personal, lo hacen sucumbir al dominio que deploro de los comunistas quienes a través de la comisión política del FMLN, lo manipulan. Sin embargo, en esta oportunidad, apoyo, su amparo ante la asamblea legislativa para revertir el aumento salarial, aun cuando considero que su acción es oportunista y electorera, pero, el insulto a la nación hecha por el PCN, PDC y ARENA, hoy me hace simpatizar con Mauricio Funes, el ciudadano, no el partido FMLN, quienes también aprobaron el aumento salarial.

Este día nos unimos salvadoreños en el exterior, sin y con afiliación o simpatía política por los partidos políticos en El Salvador, en un gesto patriótico y de lealtad para nuestros hermanos en las fronteras patrias y exigimos:
1. Que el incremento de salarios sea revertido.
2. Que los fondos de ese aumento ya recibido sean donados y repartidos entre fundaciones e iglesias, que beneficien con programas sociales y educativos a los niños, ancianos y madres solteras de la república.
3. Que se reduzcan los salarios vigentes de los diputados a solamente 10 salarios mínimos, lo cual refleje que ser servidores públicos no tiene como fin el vivir holgadamente, mientras la mayoría del pueblo, sufre el alto costo de la vida con salarios de hambre e incentivar a que futuros aumentos de salario deben ser en la misma proporción como se aumente el porcentaje del salario mínimo.
4. Que se impulse una política de austeridad estatal, en la cual los costos de viáticos, hospedaje, transporte, seguridad, comunicaciones y representación, sean reducidos a la mitad y algunos de ellos eliminados, como ejemplo, el subsidio de gasolina y acceso a automóviles.
5. Que se elimine la contratación de personal publico a través de contratos y que se implemente únicamente una política de contratación basada en una nueva ley de salarios.
6. Que la corte de cuentas de manera publica proporcione un informe sobre los bienes del presidente de la república, todos los diputados, ministros, presidentes de autónomas y alcaldes, antes de la posesión de sus cargos y a la conclusión del actual año fiscal.
7. Que se inicie en dos semanas un proceso que garantice el voto en el exterior.

Desde el exterior sacrificamos tiempo y dinero para ayudar a nuestro país, y El Salvador el día de hoy es un país que todavía oprime al pobre, y ninguno de los actuales políticos tiene un concepto filosófico para analizar la realidad de nuestra nación o visión pragmática de cómo solucionar los grandes problemas de la república o voluntad cristiana de trabajar por los intereses de la nación desposeída.

La insurrección popular es el único camino que los políticos salvadoreños nos dejan a los patriotas y como ciudadanos salvadoreños, tenemos ese derecho constitucional.

Esta insurrección no es militar, sino pacifica, porque no es con muerte que le daremos vida a una república enferma; sino con paz, visión de patria y “administración de las remesas, el gasto y la inversión”.

Solicitamos a nuestros familiares en la república y a toda la población en general, para que apoyen solidariamente nuestra iniciativa patriótica, comprometiéndose a quebrar los círculos de poder económico y político histórico en el país que no permiten la equidad económica y el desarrollo social de los desposeídos.

Esta iniciativa debe ser implementada a través de la administración de las remesas, el control en el gasto de ellas y en el paro de la inversión, hasta que los puntos exigidos en los numerales 1 hasta el 7 anteriormente, sean cumplidos satisfactoriamente.

Los invitamos a que:

A. Cierren las cuentas bancarias de los bancos salvadoreños y transfieran los fondos a bancos no salvadoreños.
B. No compren productos de consumo alimenticio en ningún supermercado salvadoreño, acudan en lo posible a los mercados y gasten el dinero en los productos que venden los pobres, no los ricos.
C. No compren productos Diana, Coca Cola, bebidas alcohólicas y cigarrillos de empresas adonde existen intereses económicos del capital histórico.
D. No compren productos en Siman o almacenes similares que pertenecen a los intereses del capital histórico.
E. No compren en la gran vía, metrocentro, plaza mundo, multiplazas, plaza merliot, las cascadas o centros comerciales en el interior de la república, adonde los representantes del poder económico histórico tienen intereses.
F. No asistan a los cines, restaurantes y demás lugares de entretenimiento en los sectores adonde el poder económico histórico se lucra.
G. Identifiquen los negocios de las familias de poder económico histórico en el país y no gasten un dólar en ellos.

Demostremos que juntos sin ideologías políticas, sino como hermanos salvadoreños que somos tenemos el poder de insurrección pacifica para incidir en las políticas publicas, en el desarrollo de nuestro país y crear una nueva república, apoyando estas sugerencias.

Para los salvadoreños de la diáspora:

1. No patrocinemos a TACA, no viajemos en TACA.
2. Detengamos los proyectos productivos de desarrollo local, educacionales, sociales.
3. Enviemos remesas familiares a través de bancos no salvadoreños o a través de viajeros de confianza. No por Bancomercio, Banagricola, etc.
4. Esta próxima semana santa, no gastemos dinero en los hoteles, restaurantes, centros comerciales de las familias del gran capital histórico, apoyemos con nuestros dólares los negocios de nuestros hermanos que no pertenecen a la elite económica.
5. No consumamos productos Diana en el exterior.
6. No compremos casas en los mega proyectos de los grupos de poder económico histórico.
7. Inculquemos en nuestros familiares la necesidad de unirse a esta demostración cívica por amor a nuestro país, a nuestra nación y a la dignidad que nos merecemos todos.

Manifestemos nuestra importancia como poder económico, como diáspora, como pueblo, como hermanos, seamos una sola patria e iniciemos a crear una nueva república.

Bendiciones,

Este mensaje es liderado por:

Walter Monge-Cruz
Secretario General
Comisión Cívica Democrática.
www.comisioncivicademocratica.org

y es respaldado por miembros de la diáspora de diferentes ideologías políticas que residen en diferentes ciudades de Estados Unidos.

2 comments:

Anonymous said...

ESTAMOS CON USTED DON WALTER, DIOS ME LO BENDIGA

FAMILIA VILLEGAS MARROQUIN

Anonymous said...

Y porque ya no a posteado Don Walter?

Le pasa algo diganos le podemos ayudar.

FAMILIA PINEDA PALMA