Monday, October 12, 2009

En 2009 El Salvador rompería récord de homicidios


Por Juan José Dalton


La ola de homicidios ha puesto ya en jaque al gobierno de Mauricio Funes. Si la cosa no para, al final del año los asesinatos sobrepasarán los 4 mil, equivalentes a una tasa de 77.4 crímenes por cada 100 mil habitantes. Se necesitan medidas urgentes y eficaces para contener el flagelo, que día a día causa luto y dolor en las familias salvadoreña.

SAN SALVADOR - El Salvador rompería un “récord” en 2009 en lo referido a la comisión de homicidios: más de 4.400 (según la proyección de los promedios actuales). Aún falta un trimestre para terminar el año, pero detener la ola criminal sería un esfuerzo supremo, casi imposible de cumplir.

El mismo gobernante, Mauricio Funes, reconoce la realidad y herencia desastrosa que les dejaron sus antecesores en el tema de seguridad pública. El Salvador ha sido desde hace cinco o seis años el país más peligroso de Latinoamérica. La actualidad es grave, pero no nueva.

El referido “récord” se desprende del análisis de las cifras oficiales del flagelo, que abate a los salvadoreños y que ha puesto al gobierno del “cambio” entre la espada y la pared.

Según el parte oficial, entre enero y septiembre se han cometido 3.290 homicidios, lo que significa un promedio mensual de 365.5 homicidios, es decir, 12.1 homicidios diarios.

La preocupación se está volviendo mucho mayor cuando las cifras de homicidios de los primeros cinco días de octubre indican que el promedio de asesinatos se elevó a 16.6 diarios.

Si la tendencia se mantuviera conservadoramente en 12.1 homicidios diarios, al final del año tendríamos un total de 4.416 homicidios, lo que significará una tasa de 77.4 homicidios por cada 100.000 habitantes, una estadística nunca obtenida en los años de la posguerra salvadoreña.

En los años de posguerra nunca la tasa de homicidios sobrepasó los 65 homicidios por cada 100.000 habitantes.

La guerra civil salvadoreña terminó en 1992. Durante el período de confrontación bélica los promedios de homicidios oscilaban a entre 19 y 22 diarios.

El año pasado, con un total de 3.172 homicidios, hubo un promedio de 8.6 diarios y una tasa de 55.6 homicidios por cada 100.000 habitantes.

La Organización Mundial para la Salud (OMS) sostiene que una cifra mayor a los 10 homicidios por cada 100.000 habitantes indicaría que se trata de una epidemia.

Nunca antes, desde 1999 la cifra de asesinatos había llegado a los 4.000. En 2006 se acercó, con 3.928 en total. El promedio diario fue entonces de 10.7 homicidios. En la actualidad es de 12.1 (entre enero y septiembre).


Presiones políticas
Esta grave realidad, según analistas locales, es parte de una “herencia” dejada por los anteriores gobiernos conservadores del partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena), que gobernó 20 años, y que en la última etapa (de 6 años) implementaron planes represivos denominados “Manos Duras”, cuyos resultaron fueron “peor remedio que la enfermedad”.

Las estadísticas mostradas por el Observatorio Centroamericano sobre la Violencia (Ocvi), se observa que a raíz de la aplicación de las “Manos Duras”, desde 2003, la tendencia de los homicidios comenzó a crecer.

No obstante, Arena, ahora en la oposición, ha exigido a través de sus diputados en el parlamento que se recomiende al gobierno la destitución del director general de la Policía Nacional Civil (PNC), Carlos Ascencio, por su presunta incapacidad de controlar los crímenes.

El diputado Ernesto Angulo, de la derechista Arena, apuntó refiriéndose al comisionado Ascencio que si por él fuera “lo hubiera despedido ayer”.

Arena no solamente ha pedido la destitución del jefe policial, sino del director de Centros Penales, Douglas Moreno, al que acusa de permitir que desde las cárceles se emitan órdenes para mandar a asesinar o extorsionar a personas.

Propuesta presidencial
Sin embargo, el mismo presidente salvadoreño Mauricio Funes se encargó de dar respuestas a las preocupaciones de la población, al hablar de los planes que está estudiando, además de las limitaciones que existen.

“Tenemos que ser responsables con la cuota que tenemos en los cuatro meses que tenemos de gobierno, pero debemos hablarle a la población con la verdad”, aseveró Funes.

Funes explicó que “la delincuencia ha alcanzado los niveles que tenemos” no en razón del comportamiento observado en los últimos cuatro días de octubre ni de los cuatro meses que lleva el presente gobierno. “Este es un problema que se les fue de las manos a las autoridades de las administraciones anteriores... Ahora lo estamos heredando”.

“Ahora lo que necesitamos son acciones concretas”, dijo el mandatario, quien explicó que en base a una propuesta hecha por el rector de una universidad prestigiosa del país, se están pensando las fórmulas legales para que le permitan a la Fuerza Armada colaborar más con la policía en la tarea de represión del delito.

“Habría que hacer algunas reformas de ley para que pueda actuar el efectivo militar, de la misma forma con que actúa un policía”, explicó Funes. El caso es que los militares fueron apartados en 1991 de todo tipo de acción de seguridad pública.

Funes detalló que heredó una policía sin recursos; una fiscalía sin capacidad para investigar el delito; una fuerza policial “contaminada” por el crimen organizado y el narcotráfico.

En conclusión, Funes dijo: “Evidentemente tenemos que hacer más esfuerzos en la represión del delito; en reforzar más la investigación, depurar la fuera policial y apostarle más a la represión”.

Tales declaraciones las hizo Funes este jueves 8 de octubre ante la audiencia que ve a diario la entrevista Frente a Frente de la Telecorporación Salvadoreña (TCS).

Minutos después se supo de la noticia de la fuga del Hospital Rosales de Rigoberto Vásquez Panameño, un convicto condenado a 35 años de prisión por secuestro agravado, entre otros delitos.

La fuga fue posible porque “una morena delgada, cuyo nombre no se conoce”, le dio al custodio del criminal una pócima que lo dejó dormido durante varias horas...

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