Por Joaquin Samayoa - Analista Politica/ Columnista de La Prensa Grafica
Es difícil lograr que una alianza de derecha se haga realidad en primera vuelta más allá de los pactos entre cúpulas partidarias.
No habrá pescado en el menú electoral. El PCN se queda, de momento, pero seguirá siendo presionado para ahuecar. ¿Para qué darle largas a una confrontación inevitable? Mejor forzar pronto una definición en marzo, así la gran alianza contra el FMLN tendría más tiempo para consolidarse. Así se evitaría el riesgo de que, por cansancio o exceso de dudas, se ahorren el tercer viaje a las urnas los que simpatizan con ARENA o desconfían del FMLN, que suelen ser menos disciplinados que sus adversarios.
Si tiene que haber segunda vuelta, el envión que agarró ARENA tras los resultados del 18 de enero podría frenarse. Por añadidura, los débiles diques de contención de la crisis financiera podrían romperse. En pocas semanas, la corriente podría volver a ser favorable al FMLN. Demasiado riesgo. Mejor meterle la pata al acelerador y provocar el choque de los trenes cuando todavía el tricolor lleva una inercia favorable.
Esas son, más o menos, las consideraciones que probablemente se han estado haciendo en la cúpula arenera, elevada ya a la categoría de Olimpo tras el retorno de los ex presidentes y de otros dirigentes históricos que, por lo visto, han dejado para un mejor momento la tarea de lavar la ropa sucia o han decidido dejarla como está. Nunca estuvo equivocado el presidente Saca cuando se dio el lujo de ignorar todas las presiones que intentaron ponerle. Sabía que se les tendría que pasar el enfado porque, para bien o para mal, no tenían otro palo donde ahorcarse.
Como quiera que sean o hayan sido las cosas, lo cierto es que ARENA ha resucitado de entre los muertos, no al tercer día ni al tercer mes, pero eso es lo de menos. En este momento ARENA se siente fuerte y lleno de entusiasmo, como si hubiese ingerido una megadosis de viagra. Por su propio bien, ojalá no sean tan mensos de crearse sus propios espejismos, como lo hizo el FMLN diligentemente antes de la elección de alcaldes y diputados. El autoengaño es una de las peores estupideces de las que somos perfectamente capaces los seres humanos.
Por su parte, el PDC está servido. Su campaña presidencial le ayudó a sacar el máximo provecho posible en la votación de alcaldes y diputados. No hay mucho más para ellos en esta fiesta. Parker está invirtiendo su capital político antes de que se le desvanezca. Sus acciones son como las de muchas empresas en el caos financiero global; ahora tienen algún valor, pero después del 15 de marzo, ARENA no le daría mucho por ellas. Me disculpan por no tragarme el patriótico cuento de que el PDC está subordinando sus intereses partidarios al interés nacional.
ARENA y el PDC han hecho cálculos con una visión pragmática sin la cual la política queda reducida a mera fantasía. El problema es que, en política electoral, las cosas nunca son tan simples. Es difícil lograr que una alianza de derecha se haga realidad en primera vuelta más allá de los pactos entre cúpulas partidarias. La última palabra la tenemos los votantes y algunos votantes somos terriblemente complicados e impredecibles.
Si el PCN se queda en la contienda y mantiene su caudal de votos, habría segunda vuelta con solo que ARENA se acercara un poquito más al FMLN. Puestos de manera más “natural” frente a la opción entre ARENA y el FMLN en segunda vuelta, muchos simpatizantes del PDC y PCN estarían mejor dispuestos a darle su voto a ARENA. Pero si se les presiona a conceder el voto en primera vuelta, las cosas pueden ser muy diferentes. Por regla general, los salvadoreños no reaccionamos muy bien cuando nos presionan a hacer algo.
Que las fracciones legislativas del PDC y PCN voten generalmente con ARENA y que Rodolfo Párker y Ciro Cruz Zepeda se entiendan bastante bien con la cúpula arenera, no significa que sus respectivas militancias simpaticen más con ARENA que con el FMLN en esta elección presidencial. A cualquiera que haga cálculos muy superficiales le puede salir el tiro por la culata.
La claudicación prematura del PDC es una opción que tiene sus méritos analíticos, pero no por ello deja de ser bastante riesgosa. Pero más allá de la conveniencia para ARENA, hay otras consideraciones importantes. Si también saliera prematuramente el PCN, se intensificará la polarización y, luego de seis semanas de virulento enfrentamiento entre bloques de derecha e izquierda, será sumamente difícil lograr los entendimientos necesarios para hacerle frente a la crisis financiera y preservar la gobernabilidad democrática.
4 comments:
hey walter
hoy si se cagaron en los frentudos, will salgado ya dijo que va con avila y los pecenistas tambien
haber terengos les viene una gran cachinbiada
que arenero mas atrebido este mauricio es la esperansa del pueblo no los manyosos de siempre escuadroneros
que terengo este, vee quien habla de escudronero semejante secuestrador y narcotraficante burrooooo terengooooo
el mauricio no es esperanza de nadie papa no te enganes desperta
kuleros la politika no les da de artar dejence de pendejadas
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