Wednesday, January 23, 2008

© MI REPUBLICA II: Un nuevo principio ideológico e identidad política

Por Walter Monge-Cruz
www.waltermonge@comisioncivicademocratica.org
www.comisioncivicademocratica.org

¿Qué puedo interpretar, cuando observo que las fuerzas ideológicas de los nacionalistas y revolucionarios, sumergen a la nación salvadoreña con sus discursos y acciones políticas en un proceso que despoja o hurta su libertad a través de la mentira y la inconciencia, haciendo de esta nación, solo una masa que se manipula y domina?

Un ejemplo que contradice sus discursos con sus acciones y conceptúa mi interpretación de la manipulación y el dominio que ejercen sobre el destino de la nación, es el aumento salarial que esta semana se auto adjudicaron los diputados nacionalistas y revolucionarios de la asamblea legislativa, a quienes el termino de “traidores de la patria”, encaja a la perfección.

El resultado de esta indignante acción, es el despojo legalizado de los fondos del erario publico, que deberían estar destinados al fortalecimiento de los servicios sociales o saláriales que el pueblo “pobre” necesita y que al no ser distribuidos moralmente, coartan la libertad de la mayoría de los ciudadanos, a quienes mantienen esclavizados con salarios de hambre que oscilan entre $150 - $700 dólares mensuales.

Históricamente, el político salvadoreño asocia su intención de ser político bajo un propósito ideológico inconsciente en la naturaleza moral de servir al desposeído; el filosofo revolucionario alemán, precursor del comunismo y el socialismo Friedrich Engels define esta ideología como: Un proceso realizado conscientemente por el así llamado pensador, en efecto, pero con una conciencia falsa.

El motivo moral que el político salvadoreño promueve en su discurso ideológico para ser electo como representante del pueblo, se convierte en inmoral, al adjudicarse sueldos de $7725.15 para los directivos y $5885.72 para el resto de diputados; cantidades que son incongruentes con la realidad del estado económico del país, pero sobretodo cuando el salario de la mayoría de los ciudadanos que representa es exponencialmente inferior.

Este inmoral acto en el cual nacionalistas y revolucionarios se adjudican beneficios económicos sin meritos, debería ser causa de profundo análisis en la conciencia patriótica del electorado, de manera que, trascienda a exigir un cambio radical y un reporte transparente de la manera como se administran los fondos del estado.

La ideología revolucionaria que promueven los socialistas del siglo XXI, y que aun se mantiene intacta en sus conceptos teóricos definidos por Engels y Marx, que consiste en promover cambios cualitativos en el orden económico, político y social, es traicionada con este aumento salarial, lo que transforma su concepto existencial de ideología en hipocresía.
El status quo ideológico defendido por los nacionalistas, conciliadores y demócratas cristianos, trasciende con este aumento de salario, en convertir su propósito histórico de defensa y raciocinio por el orden económico, social y político, en el mas puro concepto de cinismo.

Generacionalmente las doctrinas ideológicas del nacionalismo y el socialismo en El Salvador han transformado a la nación salvadoreña en dos patrias que han generado un estado enfermo, el cual denigra el sacrificio histórico que dio origen a la república.

Integrar una sola patria, es un reto titánico, y es la responsabilidad de quienes tienen el poder absoluto sobre el estado y los políticos; esa es responsabilidad de quienes constituimos la nación, quienes somos el pueblo y quienes podemos ejercer el derecho del voto directamente o influenciar en la decisión de quienes pueden emitirlo por nosotros.

Definir una nueva ideología que doctrinalmente fundamente un nuevo dogma de las ciencias políticas aplicadas actualmente en El Salvador es imperativo para diseñar un plan de nación que promueva un saneamiento profundo del estado de hipocresía, cinismo y traición que impera en la mayoría de los representantes del pueblo, promovidos bajo los conceptos ideológicos del nacionalismo y la revolución.

Obtener una identidad política pragmática propia también es imperativo, de esa manera podemos enfrentar nuestros problemas e intereses como nación soberana y detener la ingerencia de intereses foráneos que insultan la soberanía nacional y la autonomía de la república.

Próxima entrega: Principio ideológico y nuestra democracia en el siglo XXI

No comments: