Web centroamerica21.com
EDIC.28 - LUN 22 - DOM 28 DE OCT San Salvador, 22 de octubre 08:00
División en la diáspora:
Salvadoreños en el Mundo, la historia de una organización
Testimonio de Walter Monge- Cruz
Walter Monge nos relata su participación en los orígenes de la organización Salvadoreños en el Mundo, a través de su historia se puede encontrar la marcada influencia que han tenido en ese movimiento la cercanía a los partidos políticos mayoritarios de El Salvador: ARENA y FMLN.
Un pulso político más allá de las fronteras salvadoreñas en las que la polarización imperante en El Salvador, también ha dejado huella.
Lunes 22 de octubre de 2007
Por Walter Monge-Cruz
waltermonge@comisioncivicademmocratica.org
www.comisioncivicademocratica.org
El próximo dos de noviembre se realizara la V Convención Internacional de Salvadoreños en el Mundo, en la ciudad de los Ángeles, California. Durante la semana recién pasada se anunciaron por medio de comunicados de prensa a diferentes organizaciones en todo el mundo, la renuncia de la presidenta y dos vicepresidentes del comité ejecutivo de dicha organización. Los motivos de las renuncias están basados en la discriminación de género, la falta de consulta en la toma de decisiones y el favoritismo político hacia el FMLN de parte de la mayoría de miembros del comité ejecutivo.
En las próximas tres semanas haré tres entregas en las cuales mostraré la historia detrás de estos acontecimientos, el desarrollo y el resultado de la V Convención Internacional de Salvadoreños en el Mundo.
Los terremotos de 2001: el principio de la unidad
Transcurría el fin del invierno en el año 2002, varios activistas de la organización comunitaria CUS, (Comunidades Unidas Salvadoreñas), a la que pertenecía entonces y de la cual era uno de los fundadores en el área metropolitana de Washington DC, regresaban de un viaje a El Salvador con el que se concluía el programa "Casas para el Pueblo"; el cual nació a raíz de los terremotos del 2001 y por medio del cual regalamos casas con una inversión de un cuarto de millón de dólares en las tres zonas del país, con fondos recaudados a través de donaciones hechas por ciudadanos altruistas de la diáspora en diferentes actividades que realizamos.
El organismo internacional que había organizado esa visita a El Salvador, era el Banco Interamericano de Desarrollo, el cual a la vez había invitado a activistas de otras organizaciones de la diáspora desde los Ángeles y Nueva York, para que conocieran nuestro proyecto humanitario y de desarrollo social, así como otros proyectos realizados por otras organizaciones apoyadas por ONG's en El Salvador.
Con ello los grupos comunitarios de la diáspora, iniciaban una nueva era que consolidaba el interés de parte de este tipo de organismos para estudiar, promover y financiar los proyectos humanitarios y de desarrollo socio-económicos de las organizaciones de origen.
Consecuentemente, esa visita abrió relaciones de intercambio muy positivas entre los miembros de todas las organizaciones participantes, lo cual dio origen a la futura creación de un liderazgo nacional comunitario, liderado por voluntarios de la diáspora altruistas y con vocación de servicio.
Además, ese compañerismo se transformaría en amistades muy sinceras, las cuales producirían efectos positivos extraordinarios que a través de los años se reflejarían en diferentes proyectos de ayuda directa a nuestro país, que beneficiarían a parte del pueblo mas necesitado. Eventualmente, debido a la inmadurez, ocasionada por el deseo de protagonismo personal, así como de la manipulación estratégica de parte de líderes de la vieja guardia social-comunista y de parte del gobierno, estas amistades terminarían en disgustos, acusaciones y odios.
Durante el periodo inicial de relaciones de acercamiento y debido a la magnitud del proyecto de casas que en Washington DC se había podido organizar, diferentes activistas y representantes de organizaciones comunitarias y ONG's desde El Salvador, Los Ángeles, Las Vegas y Nueva York, nos identificaron como el grupo de liderazgo más importante del país.
Una reunión nacional de líderes
Sostuvimos una cantidad inmensa de reuniones con estas personas, a las cuales luego se sumarían representantes del Estado salvadoreño y personas de negocios, para planificar esfuerzos de colaboración en diferentes proyectos futuros. En esos días se planteo por muchos activistas en todo el país, la iniciativa de organizar una reunión nacional de asociaciones comunitarias, la cual era una idea que se había platicado por ya muchos años, sin poder haber sido realizada por el liderazgo de la vieja guardia, como se hacían llamar.
En las siguientes semanas se convocó a un grupo nacional de coordinación para determinar una agenda que permitiera evaluar las posibilidades de realizar el evento. El grupo estaba formado por varios de los activistas que habían hecho ese viaje a El Salvador y otros que liderábamos nuestras propias organizaciones en USA.
Después de varias sesiones los miembros del grupo coordinador, por mayoría, acordamos que organizaríamos la primera reunión nacional de líderes voluntarios comunitarios en septiembre de ese año, en la ciudad de Los Ángeles, debido a que es el lugar en el exterior con mayor número de ciudadanos salvadoreños.
Entre ARENA y el FMLN
A partir de ese momento se delegó a los activistas de la organización COMUNIDADES de los Ángeles, para que realizaran los planes logísticos del evento. El señor Jaime Peñate era el referente de ese organismo, que en ese momento aglomeraba alrededor de 30 asociaciones comunitarias de ayuda directa, de diferentes partes de El Salvador.
Esa decisión causó malestar entre el grupo de activistas líderes de la organización a la que pertenecía en Washington DC, quienes consideraban que el evento debería ser organizado por ellos y realizado en nuestra ciudad, debido a la fuerza de liderazgo que teníamos en ese momento. Sin embargo, lo que los impulsaba a no apoyar la resolución, era la falta de tolerancia, al no poder ser los protagonistas y no tener control absoluto sobre el evento.
La mayoría de miembros de este grupo por años habían sido íntimos colaboradores de los representantes de la embajada y el consulado salvadoreño, lo cual les ocasionaba una responsabilidad política con sus amigos. Esa responsabilidad se hizo muy evidente en sus subsecuentes decisiones y posturas políticas, las cuales durante los siguientes meses, a pesar de las insistentes invitaciones de los miembros del comité organizador para propiciar reuniones que nos llevaran a un acuerdo, tuvieron como resultado el estancamiento del proceso de organización de la reunión nacional.
En agosto del 2002, la asociación angelina COMUNIDADES tampoco había logrado obtener apoyo de otras organizaciones en la ciudad, debido al nexo que tenían con la institución El Rescate, la cual era identificada como una organización comunista, debido a los líderes de la institución, quienes participaron directamente en la guerra civil de El Salvador, como combatientes y diplomáticos del FMLN.
A eso se aunaba el problema de protagonismo y compromisos del resto de organizaciones comunitarias con los representantes del consulado en esa ciudad. Los representantes de Las Vegas y Nueva York, públicamente identificados como miembros del sector ocho del partido ARENA, tampoco se habían incorporado al proceso organizativo, lo que llevo al grupo planificador a tomar la decisión de suspender la primera reunión nacional de líderes voluntarios comunitarios y posponerlo hasta septiembre de 2003.
Planificación y realización
El comité planificador, que en este momento, debido a la falta de interés de unos y a la estrategia política de parte del sector de derecha del liderazgo comunitario, se había reducido a la representación de los activistas voluntarios Elmer Arias, Patricia Pineda, Jaime Peñate, Eduardo López Rajo, Rafael Flores y mi persona, junto al asesoramiento de los representantes de CARECEN, José Ramos, y de El Rescate, Juan Carlos Cristales y Salvador Sanabria.
Acordamos el compromiso de efectuar una reunión de planificación en el mes de Abril del 2003 en la ciudad de Los Ángeles. A esta reunión asistimos Patricia Pineda y yo, como representantes de la zona Este. ambos estábamos muy comprometidos con el trabajo comunitario en Washington DC.
Ningún otro de los activistas o miembros del grupo planificador asistió, por diferentes razones, que trascendían desde no tener interés, boicotear el evento por falta de protagonismo, hasta no tener recursos económicos para hacer el viaje, y por acuerdo de la mayoría, se nos delegó a nosotros dos la confianza de representarlos. Durante estos tres días en Los Ángeles, sostuvimos dos reuniones que se prolongaron por 8 horas cada una, en las cuales participaron líderes de COMUNIDADES, y otras organizaciones salvadoreñas.
Al concluir las reuniones de planificación, habíamos llegado a acuerdos sobre la dinámica organizativa de la primera Conferencia Internacional de Salvadoreños en el Mundo, como la llamamos entonces. Entre las cuales se establecían los compromisos de cada organización fundadora para la recaudación de fondos, elección de un ente administrador, convocatoria y planeación del evento.
A nuestro regreso a Washington DC, por medio del Comité de Acción Cívica Salvadoreño-Americano, USACC (siglas en ingles) que presidía, convoqué y transmití lo acordado en Los Ángeles. A través de conferencias telefónicas internacionales, los puntos acordados en esa primera reunión de planificación fueron ratificados por el resto de fundadores en Washington DC, Virginia, Maryland, Los Ángeles, Nueva York y Las Vegas.
Consecuentemente, realizamos viajes de convocatoria junto a otros miembros del Comité Organizador a Boston, Nueva York, Los Ángeles y el área metropolitana de Washington DC, en los cuales encontramos apoyo y sumamos lideres al Comité Organizativo.
Dentro de este proceso de organización y convocatoria, recuerdo muy bien una conversación telefónica que mantuve con el Sr. Schafick Hándal(QEPD), quien en ese momento era candidato presidencial por el FMLN, en la cual mostró mucho entusiasmo por la iniciativa, aunque me hizo elaborar un documento de compromiso a su seguridad e integridad física. Entonces se me identificaba como arenero, por el trabajo que había realizado en ayuda a las víctimas de los terremotos y mi cercanía a quienes formaban parte de CUS, y que habían permitido que el gobierno utilizara nuestro trabajo en sus promociones publicitarias.
Así mismo, debido a la confirmación de asistencia del candidato Handal, y nuestro anuncio público, el gobierno consideró que todos los organizadores éramos de izquierda o mejor dicho miembros del FMLN, lo que provocó que el candidato presidencial de ARENA, Antonio Saca, desistiera de participar, por lo cual elaboré un comunicado que fue publicado en un campo pagado en un medio de publicidad masivo en El Salvador, que me convirtió ante ellos en efemelenista.
En fin, con la bandera de ambos partidos políticos sobre la imagen de todos los miembros del Comité Organizador, consolidamos una asistencia sin precedentes en la historia de la diáspora, en la cual fue posible aglutinar por tres días a mas de 500 representantes de más de cien organizaciones de los sectores político, económico, social y cultural de nuestro país y la diáspora.
El éxito del evento consistió en la oportunidad sincera de pluralidad política que los organizadores permitimos, lo cual resultó en sugerencias y propuestas documentadas por los participantes de los diferentes foros, las cuales el 31 de diciembre de ese año, utilice para elaborar el Manifiesto de Resoluciones de la Diáspora.
Próxima entrega: UN PROPOSITO EXIGUO DE UNIDAD AGONIZANTE: CONSPIRACIONES Y DESINTEGRACIÓN DE LA UNIDAD COMUNITARIA
----------------------------------------------------------------------
Esta semana la Organización Salvadoreños en el Mundo (SEEM), publicó un comunicado de prensa, al cual recurriré como base de esta segunda entrega de mi participación en la fundación de este movimiento comunitario. SEEM declara: “Los Órganos Permanentes de esta Organización seguirán trabajando bajo los principios de inclusión, diversidad, igualdad”
Lunes 29 de octubre de 2007
Por Walter Monge-Cruz
waltermonge@comisioncivicademmocratica.org
www.comisioncivicademocratica.org
Los principios de inclusión, diversidad e igualdad, fueron precisamente los factores que definimos para promover en un espíritu sincero de unidad la exitosa convocatoria de la primera convención internacional de comunidades salvadoreñas de residentes en el exterior, como fue llamada finalmente. Estos principios serían transformados en exclusión, favoritismo político y jerarquía, que hasta el día de hoy son los verdaderos principios aplicados por los dirigentes de la organización al finalizar este evento y que ha originado desde entonces conflictos, falta de apoyo y las renuncias de respetados líderes comunitarios a sus puestos como directivos durante las pasadas dos semanas.
El implemento de tácticas conspiradoras para tomar el control absoluto de la dirección en la nueva organización, y de su administración en futuros eventos, fue originado por líderes de vieja guardia representantes de las organizaciones El Rescate, Carecen, Red Nacional Salvadoreña y Centro Cuscatlán, reconocidas por la diáspora como afines al FMLN, debido a los historiales de vida de sus directores ejecutivos y sus posiciones públicas de confrontación al gobierno salvadoreño. También el gobierno salvadoreño implementó una política de sabotaje a nuestro movimiento, que eventualmente resultaría en lo que son hoy los Foros Presidenciales.
Conspiración de la izquierda
Estas tácticas fueron iniciadas durante el segundo día de la convención. El referente comunitario en Los Ángeles, Jaime Peñate, había delegado casi totalmente las actividades logísticas locales a los líderes de El Rescate, Juan Carlos Cristales, Salvador Sanabria y Francisco Rivera (los dos últimos son ahora presidente y vocero de SEEM, respectivamente), con quienes consolidé una amistad muy sincera basada en la confianza y el respeto.
Durante este segundo día de convención, mientras las múltiples conferencias se llevaban a cabo, Carlos Cristales y Salvador Sanabria me comunicaron que debíamos reunirnos de manera inmediata. En este momento los tres teníamos el control absoluto de la dirección del evento. En la reunión que sostuvimos me informaron que los invitados de Suecia, Juan Flores y René Reyes, quienes a la vez son colaboradores del FMLN en Europa y actualmente ocupan una vicepresidencia y una silla como miembros de los órganos permanentes de SEEM les notificaron que en una reunión del FMLN liderada por Shafik Hándal y todos los cuadros representativos del FMLN en Estados Unidos, en el cual se encontraban los dirigentes de Carecen, Red Nacional Salvadoreña y Centro Cuscatlán, se había discutido una manera de apoderarse del liderazgo del evento y que existía un plan liderado por el Sr. Oscar Chacón, de la Red Nacional Salvadoreña, apoyado por miembros de Carecen, y el Centro Cuscatlán, para promover en la asamblea general del siguiente día una votación que implicaría, otorgarles la dirección y la administración del segundo evento.
A la vez, de no ser la votación inclinada a su favor, promoverían públicamente que el evento era un fracaso y de manera independiente organizarían un evento paralelo el próximo año. En esa reunión que sostuve con Carlos Cristales y Salvador Sanabria, quienes ya habían consultado con Jaime Peñate, rompimos la integridad del principio de igualdad de la convocatoria, ambos sugirieron cancelar la asamblea del siguiente día, y sustituirla, con un acto de despedida sin debate, lo cual eliminaría la oportunidad de este grupo conspirador de incidir en el resultado final del evento, a lo cual accedí favorablemente. Durante esta reunión decidimos contrarrestar la intención del Sr. Chacón, al dividir el grupo y aislarlo, nos delegamos responsabilidades con ese objetivo.
Esto lo lograríamos alimentando el ego de estos líderes de vieja guardia, al ofrecerles ser parte del Comité de Seguimiento del evento, e incluirlos en el proceso de planificación de la segunda convención, la cual había sido definida desde el principio, que se realizaría en Washington DC, por ser la segunda ciudad con mas salvadoreños en el mundo. Así que, continuamos en esa reunión, definiendo una lista de alrededor de 30 personas que formarían dicho comité; las personas que elegimos, obviamente a excepción de los miembros de este grupo conspirador, eran todos nuestros amigos y otros que habíamos conocido en el proceso de convocatoria de la convención, quienes nos apoyaban y los dirigiríamos a jugar el papel de “tontos útiles”.
Entre ellos el señor José Gutiérrez y la señora Merlín Peña, líderes respetables y altruistas en Boston, quienes habían desarrollado una tremenda admiración por el pasado histórico de Salvador Sanabria, quien se identificaba con el grado de mayor en las filas militares de las Fuerzas Armadas de la Resistencia Nacional (FARN), y como miembro de la comisión política diplomática del FMLN. Con esa estrategia rompimos el principio de inclusión, ya que nos convertimos en excluyentes y ejercimos jerarquía en la dirección del movimiento.
Una de las personas claves para mitigar el efecto de posibles conflictos al anunciar la cancelación de la asamblea general, fue el director de Carecen en Washington DC, Saúl Solórzano. Carlos Cristales y Salvador Sanabria, decidieron que Solórzano debía leer el listado en el acto final, de esa manera le daría validez a nuestra lista. Debido a mi cercanía por el trabajo realizado en Washington DC con él, fue mi responsabilidad convencerlo.
Luego de varias preguntas y al proponerle que Carecen sería el administrador en Washington DC, Saúl accedió a formar parte de nuestro grupo y separarse del señor Chacón. Su decisión influenció a los otros miembros del grupo, para que desistieran de arruinar el evento y se unieran. Incorporamos a varios de ellos, superando esa crisis. En las siguientes semanas, luego de clausurado el evento, el señor Chacón elaboró un comunicado de prensa en el cual criticaba negativamente cada aspecto del evento.
Conspiración de la derecha
El gobierno de El Salvador durante ese primer evento, ignoró la importancia de nuestra convocatoria, la delegación enviada consistía de representantes de bajo nivel. El presidente Francisco Flores no tuvo la amabilidad de siquiera contestar nuestra invitación, el candidato presidencial Antonio Saca, declinó la invitación, el embajador, René León, asistió brevemente a la cena inaugural y luego me parece que al final del evento; la canciller María Eugenia Brizuela de Ávila, llegó el último día de convención.
La iniciativa de decisiones estaba ahora en el poder de los representantes de El Rescate, Juan Carlos Cristales, Salvador Sanabria y Francisco Rivera, así como en los miembros líderes comunitarios Jaime Peñate, Patricia Pineda y mi persona, que completábamos el núcleo organizador y de dirección.
A iniciativa del grupo de El Rescate, específicamente por Salvador Sanabria, tomamos la decisión de excluir de los actos oficiales de clausura a los miembros representantes del gobierno. Existía malestar entre todos por el hecho de haber sido mal representados por nuestro gobierno y decidimos enviarles un mensaje al no permitirles participar.
Mientras el acto de clausura se llevaba a cabo, todos los miembros de la comisión del gobierno salvadoreño, se dirigieron al bar de un hotel frente al centro de convenciones. Un invitado nuestro, quien se encontraba en el bar del hotel antes que la comitiva del gobierno llegara, presenció a una acalorada canciller -como él, la describió-, reclamándole a sus subalternos los motivos por los cuales no se le había informado de la magnitud del evento, la humillación a la que ellos habían sido sometidos al ser excluidos del acto final y por no apoyar el esfuerzo que claramente no era organizado por el FMLN, como lo habían reportado. Luego, iniciaron una conversación en la cual expresaron ideas de cómo hacer ellos un evento mucho mejor y con características similares el próximo año. De manera que nuestro esfuerzo fuera opacado o eliminado.
Conspiración por Comunidades Unidas Salvadoreñas
Dos días después de la conclusión de la convención, los miembros del comité organizador que aun nos encontrábamos en Los Ángeles, discutimos información que recibimos de parte de amigos, quienes presenciaron una reunión liderada por el activista altruista Luis Felipe Romero, presidente de la organización a la que pertenecía en Washington DC, Comunidades Unidas Salvadoreñas (CUS).
Esta reunión por CUS se realizó durante un vuelo de retorno de varios participantes de la convención a Washington DC, en la que planteaba que deberían ser los miembros de esa organización los encargados de organizar el evento y que a su llegada a la ciudad iniciarían el proceso de convocatoria excluyendo a quienes habíamos hecho realidad el primer evento.
Los miembros de El Rescate, expresaron desconfianza entonces sobre entregar las riendas administrativas al director de Carecen en Washington DC, Saúl Solórzano, debido a la estrecha relación entre el y los miembros de CUS; a lo cual sugirieron que ellos deberían continuar con la responsabilidad administrativa del próximo evento, por lo que tomamos la decisión de permitir que El Rescate fuera el ente administrativo de los fondos de la segunda convención internacional de comunidades salvadoreñas. Esta iniciativa fue luego avalada por los demás representantes del Comité planificador en Las Vegas, Nueva York y Boston, quienes junto a nosotros depositaron absoluta confianza en los líderes de El Rescate.
En las subsecuentes semanas, Luis Felipe Romero convocó con el apoyo de CARECEN a reuniones organizativas locales para la próxima convención, sin invitar a los organizadores locales del primer evento, lo cual creo confusión entre la comunidad e inició intensos pleitos de protagonismo. Eventualmente, Luis Felipe Romero no recibió el apoyo local necesario y los representantes de los comités internacionales de seguimiento y planificación nos brindaron el apoyo. CUS emitió un comunicado de prensa en el cual anunció que no participaría en el evento. Durante este periodo muchos de los miembros de CUS, renunciamos a la organización.
Una vez superamos esas conspiraciones y consolidamos el poder de dirección en nuestro grupo, pudimos obtener el respeto de la comunidad internacional. El entonces presidente electo de la República, Antonio Saca, confirmó su participación; así como el presidente de la Asamblea Legislativa Ciro Zepeda; cada representante de los partidos políticos en El Salvador; miembros del gabinete de la República; el encargado de asuntos hemisféricos para Latinoamérica de parte de la Casa Blanca, en representación del Presidente Bush, de quien he olvidado su nombre; legisladores en USA; la Cámara de Comercio de Estados Unidos y muchas más organizaciones comunitarias de todo el mundo.
En Mayo del 2004 todo marchaba viento en popa. Las donaciones excedían los cincuenta mil dólares y llegarían al final del evento a casi ochenta mil. El evento estaba listo, había sido un esfuerzo extraordinario de parte de los que formábamos el comité organizador, con el objetivo de dar continuidad al proceso de fortalecimiento de las comunidades salvadoreñas en el exterior
Sin embargo, también fue el tiempo oportuno para el actual presidente en funciones de SEEM, Salvador Sanabria, así como el actual vicepresidente y vocero de la organización Francisco Rivera, de usar a sus tontos útiles Merlín Peña y José Gutiérrez, para conspirar en la expulsión de Jaime Peñate, Patricia Pineda y mi persona. De esta manera coronarse líderes absolutos detrás del rostro de una mujer altruista como lo es la señora Peña, en un movimiento exiguo de unidad, el cual a través de ellos llegaría a un estado agonizante en pluralidad política y sobretodo amplia representación comunitaria, como lo es ahora la V Convención de Salvadoreños en el Mundo.
La cual no contará con una participación significativa del liderazgo de la diáspora, pero que será abarrotada por militantes del FMLN, atraídos por su candidato presidencial Mauricio Funes.
Próxima entrega: SECUESTRO DE LA DÍASPORA POR EL RESCATE: DESINTEGRACIÓN DE LA UNIDAD COMUNITARIA.
-------------------------------------------------------------------------------------
En Mayo del 2004 todo marchaba viento en popa. El segundo evento estaba listo, había sido un esfuerzo extraordinario de parte de los que formábamos el comité organizador, con el objetivo de dar continuación al proceso de fortalecimiento de las comunidades salvadoreñas en el exterior. Sin embargo, también fue el tiempo oportuno para conspirar en un movimiento que prometía la incidencia de ciudadanos altruistas de la diáspora en políticas públicas y de desarrollo en El Salvador.
Lunes 5 de noviembre de 2007
Por Walter Monge-Cruz
waltermonge@comisioncivicademmocratica.org
www.comisioncivicademocratica.org
Habíamos definido desde el inicio del proceso planificador del movimiento, que el rol de organizaciones como El Rescate y Carecen sería en calidad de asesores. Estas son organizaciones que, según sus reportes financieros públicos, administran presupuestos anuales que se aproximan o exceden el millón de dólares a través de donaciones gubernamentales y privadas, y que permiten a sus representantes tener salarios que oscilan entre los treinta mil y cincuenta mil dólares al año.
Con estas estructuras legales en USA, estas organizaciones contribuyen enormemente a facilitar el desarrollo local de las comunidades de emigrantes, ofreciendo variados servicios, que en el caso particular de las convenciones, permiten la recolección de donaciones sin tener que pagar impuestos al gobierno, debido a la naturaleza sin fines de lucro como son utilizados; además, que ofrecen apoyo gratuito de contaduría y administración a las nuevas organizaciones de voluntarios, mientras estas forman sus estructuras legales y se independizan.
El motivo principal de realizar estas convenciones era para fortalecer las actividades humanitarias, culturales, educacionales, de desarrollo socio económico y político, de asociaciones altruistas fundadas por voluntarios en todo el mundo, pero primordialmente en los Estados Unidos.
El éxito del proceso hasta este momento era invaluable y debido a ello, la organización El Rescate era identificada por prestigiosos organismos internacionales, institutos políticos, corporaciones comerciales, representantes del gobierno estadounidense y los medios de comunicación masivos, como la organización referente y fundadora de la nueva comunidad salvadoreña organizada en el mundo.
Este atributo atrajo innumerables propuestas de financiamiento para proyectos comunitarios que el entonces director de desarrollo transnacional de la organización, Salvador Sanabria, haría propios de El Rescate, tomando decisiones sin consultar a los miembros de SEEM, haciendo así a un lado a las asociaciones que conformaban la dirección de SEEM entonces, de la oportunidad de participar e incidir en el proceso de propuestas para el financiamiento y desarrollo de esos proyectos.
Salvador Sanabria, junto al entonces director ejecutivo de El Rescate, Juan Carlos Cristales, y con el apoyo del actual miembro de la junta de directores Francisco Rivera, iniciaron así un plan estratégico que los llevaría eventualmente a darle exclusividad a una ONG fundada por Salvador Sanabria en El Salvador, llamada Fundación Centroamericana para el Desarrollo Humano Sostenible, FUCAD; con ello todo futuro financiamiento de proyectos de desarrollo en El Salvador por parte de SEEM, sería controlado por Salvador Sanabria desde El Rescate y FUCAD. De esta manera moría el futuro de otras ONS's que tradicionalmente habían apoyado organizaciones en Estados Unidos, de trabajar en SEEM.
Esta acción fue el inicio de futuros debates en los cuales participé, y que en un determinado momento crearon la ruptura de la dirección de SEEM. La arbitrariedad con la que ellos manipulaban el proceso, junto con la falta de claridad en los reportes financieros de la primera convención y el uso del nombre de SEEM para promover los proyectos propios de El Rescate, provocaron la iniciativa por los representantes del comité ejecutivo de la zona este y un miembro de Los Ángeles, de solicitar a El Rescate la transferencia de los fondos y la administración de la II Convención Internacional de Salvadoreños en el mundo, a una organización sin fines de lucro y administrada por una iglesia católica en Washington DC.
En Junio de 2004, los dirigentes de El Rescate convocaron a una tele conferencia, en la cual invitaron de manera secreta solo a sus amigos, excluyendo a la mayoría del comité ejecutivo y propusieron la expulsión de quienes habíamos sugerido el cambio administrativo. El mismo día publicaron un comunicado de prensa lleno de acusaciones que jamás pudieron probar ante la solicitud de quienes fuimos difamados y que si hubiéramos llevado a una corte de justicia, se hubiese probado que eran acusaciones sin fundamento.
Nos detuvo continuar en ese curso el hecho de que los agredidos somos patriotas, quienes tenemos el propósito de contribuir a una buena causa, nada más y no buscar lastimar y pelear con nadie. Expusimos públicamente nuestra posición, la cual ha resultado correcta desde ese momento y que ha sido descubierta nuevamente ahora cuando es del dominio público, los motivos de la actual crisis en el liderazgo de SEEM durante la V Convención de Salvadoreños en el Mundo.
Hace dos semanas medios de comunicación de El Salvador y Estados Unidos informaron de la renuncia de la presidenta de Salvadoreños en el Mundo, la altruista líder comunitaria de la ciudad de Boston, Merlín Peña. Los motivos de su renuncia no son diferentes a los que ocasionaron la ruptura en 2004.
Según sus declaraciones públicas que dicen textualmente: "últimamente evidencié una situación adversa a la neutralidad y al ver que no se estaba dando, entonces decidí poner un alto a mi gestión y renunciar"; "Eso era ingobernable. Ese grupo de Los Ángeles bloqueó mi gestión, mis iniciativas. Son las mismas personas que siempre toman las decisiones y si yo hacía algo se cuestionaba"; "Esto se traduce en minimizar los esfuerzos que como mujer y líder me esforcé para concretar"; " incluso se dieron situaciones en las que se me faltó al respeto de forma verbal, se me llamó por varios nombres, lo cual demuestra su falta de respeto a la mujer en general".
A la señora Merlín Peña la conocí en el proceso de organización de la primera convención, mientras formaba parte del comité organizador. Desde el inicio su participación en el proceso generó mucha energía positiva y fortaleció la composición del liderazgo de género en el grupo. Estas declaraciones sin duda son muestras fuertes de la forma arbitraria y hasta discriminativa de parte de Francisco Rivera, hacia el liderazgo de género -quien fue la persona que utilizo nombres de irrespeto para referirse a la Sra. Peña, según declaración de José Gutiérrez a mi persona, quien participó de esas conversaciones y que también renunció a SEEM-.
Para el día de la inauguración de la convención este pasado viernes, dos vicepresidentes de SEEM habían renunciado por displicencia contra la actitud tomada a la renuncia de la presidenta; la amplia mayoría de grupos comunitarios de SEEM en Canadá, Rhode Island, Connetticut, Arizona, New Jersey, Boston, Las Vegas, Virginia, Washington DC, Los Ángeles, Florida, Texas, Minnesota, San Francisco, Delaware y Maryland, desistieron de participar en este evento, lo cual deja a SEEM reducido a la representación de los intereses de pequeñas asociaciones de izquierda, en Los Ángeles y Suecia, lo cual los deja moralmente excluidos de continuar representando a la diáspora salvadoreña.
El mayor éxito que estas convenciones han producido en los últimos cinco años y que los informes financieros de SEEM confirman, es la recaudación de fondos provenientes de corporaciones estadounidenses y salvadoreñas. Sin incluir las donaciones recibidas este año, SEEM ha recaudado $297,326.94 dólares en cuatro años. De esa cantidad de dinero sería importante conocer en detalle cuánto ha sido utilizado para el desarrollo de las resoluciones que son para el bienestar de la diáspora.
De las más de 50 resoluciones emanadas de la primera convención, ninguna ha sido hecha una realidad. El Comité Ejecutivo de SEEM desde hace cuatro años tomó como prioridad la resolución sobre el derecho al voto como punto de lucha por la diáspora. Sus esfuerzos durante todo este periodo, han estado concentrados nada mas en crear una imagen como paladines de ese derecho tan importante para los ciudadanos salvadoreños en el exterior, pero lo han mantenido únicamente con el propósito de sostener una imagen que les permita representar a la diáspora y cada año, antes de cada convención hacer pública su determinación por convertirlo en realidad para luego olvidarlo hasta que inicie la próxima convención.
La asistencia de salvadoreños a cada convención ha disminuido considerablemente desde la primera, cuando se recaudaron $ 10.669,35 en inscripciones para participar en el evento, hasta los pírricos $935 dólares de la última en San Salvador, la cual fue la más exitosa en recaudación de donaciones por patrocinadores. En estas últimas convenciones quienes participan mayormente son invitados, prensa y organizadores, muy pocos de los ciudadanos de la diáspora. Lo que es triste, porque muy poco trasciende en fortalecer el movimiento. Aquellos pocos que casualmente son incluidos por razones de imagen, terminan renunciando al darse cuenta de la falsedad que significa en términos de inclusión y beneficio para la diáspora ser parte de Salvadoreños en el Mundo.
El vocero oficial de SEEM, Francisco Rivera, declaró a los medios de prensa la semana posterior a la renuncia de los dirigentes del Comité Ejecutivo que todo marchaba de acuerdo a lo planeado y que contarían con la participación de mil miembros de la diáspora. Al acto inaugural acudieron alrededor de 150 personas siendo en su mayoría invitados especiales, patrocinadores, panelistas, colaboradores, miembros de SEEM y familiares de los organizadores.
En los paneles de discusiones el número de asistentes no sobrepasaba la docena. Otros paneles se cancelaron por falta de asistencia y el que mayor participación tuvo fue el del candidato presidencial del FMLN con alrededor de 100 personas quienes llegaron a verlo y luego se retiraron del lugar.
El liderazgo de la diáspora se encuentra en crisis, no únicamente por las actitudes exclusivas, jerárquicas y político partidarias de los representantes de El Rescate, Salvador Sanabria y Francisco Rivera, quienes son los máximos líderes de SEEM; sino porque el propósito de unidad es aun una ilusión, la cual será casi imposible de alcanzar por nuestra generación en este momento de evolución del liderazgo, si no cambiamos nuestra actitud de querer ser siempre generales.
Y mientras esos impulsos de protagonismo continúen, los esfuerzos individuales de los altruistas, no podrán nunca transformarse en formas de poder e incidencia política hacia nuestro país. Continuaremos siendo únicamente un canal de ayuda sin voz y nuestras iniciativas no trascenderán en hacer efectivo nuestro verdadero liderazgo como un solo círculo social importante en el desarrollo de nuestras comunidades en USA y en el Plan de Nación en El Salvador. Personajes como Salvador Sanabria, Francisco Rivera y el resto de los aun miembros de SEEM, utilizarán nuestra división, como herramienta para continuar representándonos bajo el nombre de los salvadoreños en el mundo.
El deseo de unidad de la diáspora es real y alcanzable, pero necesita el sacrificio de todos. Las convenciones de salvadoreños en su concepto han sido importantes y deben continuar. El reto histórico recae en los miembros de El Rescate, quienes deben tomar una actitud reconciliadora, pedir perdón por lo que también considero junto a otros líderes comunitarios que es una humillación a la que someten el nombre de la diáspora y renunciar a su protagonismo, cediendo la dirección y administración de la VI Convención Internacional de Salvadoreños.
Para ello debe convocarse a una reunión de liderazgo nacional, por una organización independiente sin conexión alguna a El Rescate o Carecen o SANA, quienes son parcializadas políticamente por influencias de El Salvador. Así, en esta reunión se determinen los procedimientos a seguir para salvar esta causa. ¿Aceptará esta propuesta el actual Presidente de SEEM Salvador Sanabria? Su respuesta fue "esa no es mi decisión. Existe un organismo colegiado que decide."
La V Convención Internacional de Salvadoreños en el Mundo ha concluido, la dirección de SEEM fue fortalecida por militantes del FMLN y aliados de El Rescate. Patrocinadores importantes como CESSA, El Diario de Hoy, Río Grande Foods y otros han abandonado a SEEM. La participación de la diáspora fue considerablemente inferior al optimismo de los organizadores, y el resultado final es un retroceso gigante al proceso de unificación de un sector vital para el desarrollo de El Salvador.
¿Quiénes han perdido? Todos los salvadoreños en el mundo.
Sostuve un intercambio de correos con Salvador Sanabria, en el cual le pregunta sobre las diversas acusaciones de ser el responsable de la desintegración de Salvadoreños en el Mundo:
WM: ¿ Crees que eres responsable por la desintegración de la unidad de la diáspora, como se te acusa?
SS: Primero hay que saber quiénes acusan, ¿nos podrías informar?
WM: ¿Qué opinas sobre el hecho de que esta crisis de SEEM humilla el nombre e imagen de los salvadoreños en el exterior y que se te señala como la causa principal de tal humillación?
SS: No logro comprender el término humillación. De lo que si somos orgullosos los voluntarios que pertecenecen a la organización es de las influencias a las políticas públicas que nuestras iniciativas tienen. Salvadoreños en el Mundo no es un negocio de egos. Los que vienen con esa actitud rápido se dan cuenta que no hay espacio para ello y tienen que crear su propio esfuerzo para intentar brillar en el firmamento de la diáspora.
WM: ¿Podrías demostrar a la opinión pública el listado de organizaciones comunitarias de voluntarios de la diáspora que forman parte de SEEM, de manera que sea legitimizada tu representación por ellos?
SS: Son varias. Las que organizan la V Convención.
WM: Aceptarías que una organización sin fines de lucro, diferente a El Rescate fuera la responsable administrativa de la VI Convención de Salvadoreños?
SS: Esta no es mi decisión. Existe un organismo colegiado que decide.
Opiniones de algunos miembros de la diáspora
Desde Québec, Canadá, Cecilia Ivonne Escamilla, de la Asociación de Mujeres Salvadoreñas de Québec y que actualmente se encuentra organizando el Primer Foro Presidencial de los Salvadoreños en Canadá:
" Difícilmente saludamos con nuestra bandera Azul y Blanco; estamos fuera y continuamos separados por ideas políticas diferentes, ¿hasta cuando? No lo sé. Esperemos que algún día terminen esas rivalidades y que al contrario, aprendamos a vivir y trabajar unidos en este universo de etnias que nos marginan debido a nuestra propia incapacidad de establecer vínculos verdaderos que como salvadoreños fuera de nuestra tierra, deberíamos intentar realizar".
Julio Palacios, economista y líder comunitario quien residió en Washington DC por muchos años y actualmente en El Salvador se desempeña como asesor de la comisión política del sector estudiantil de la Universidad Nacional, escribe:
" Con Salvadoreños en el mundo te podría decir que prima una lectura del fenómeno psicosocial de la inmigración muy elemental de quienes dicen que están al frente de ese importante movimiento...pero como que no tienen claro como abordarla...están resultando ser la cola de la mediocre política del Gobierno de El Salvador, en la figura de la viceministra para los Salvadoreños en el exterior. Como muestra reuní a toda la directiva actual del movimiento y no sacás nada bueno, da vergüenza la piñata que han hecho de ese movimiento que tuvo sus mejores momentos.
El empresario y líder comunitario de Washington DC, Oscar Amaya, miembro de SEEM, que no asistió a la V Convención:
"Por ese motivo en El Salvador nos llaman ignorantes y no se nos respeta, no somos capaces de unirnos. Voy a hablar con El Rescate y voy a pedirles que se pongan de acuerdo y que nos unamos, que dejemos esas diferencias".
Tuesday, November 6, 2007
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
3 comments:
Felicidades Walter por esta historia. Es un documento que sienta base historica sobre un movimiento civil importante en para El Salvador.
Es una pena que en este momento las circunstancias sean de esta forma, pero es importante que puedan ponerse de acuerdo.
Todas las fuerzas ideologicas son importantes y el balance que usted sugiere seria el camino adecuado.
Por favor mantengame informado.
Dr. Ricardo Sosa
Las intenciones de este grupo son bien claras. Protagonismo. Es una lastima. La opinion de la senorita en Quebec es excelente, la polarizacion politica es honda.
Saludes
Parece que Sanabria esta bien ciego
Post a Comment