Por Walter Monge-Cruz
En el cofre de tesoros que mi memoria celosamente custodia, guardo recuerdos de mi niñez, que sobreviven en ricos capítulos nostálgicos.
Ningún momento escondido en ese cofre es más valioso en estos días, que el que me lleva a revivir los pasos entre sombras, mientras tomado de la mano de mi madre, permitía que el espíritu de la navidad se apoderara de mí en las calles de San Salvador.
Tendría cinco años, las calles del centro histórico estaban iluminadas con bombillos rojos y verdes, junto a los tradicionales ornatos navideños, símbolos del tiempo.
Urgido por la ansiedad de conocer quién era Santa Claus, me soltaba de la mano que me cuidaba, para buscar entre corredizos de mercados y ventas ambulantes al generoso hombre obeso de barba blanca y traje rojo, que premiaría mi buena conducta con el regalo más deseado la noche buena.
Santa resultaría mucho más audaz que mi, nunca pude encontrarlo o sorprenderlo entregando los juguetes.
Recuerdo las noches que en los mercados, - cuando las señoras mercaderes preparaban sus puestos para irse a sus casas – buscábamos los ornatos de barro para crear el nacimiento bajo el arbolito de navidad, el cual, era de ramas plásticas y hojas de papel.
Junto a mi hermana y primos, esperábamos a Santa durante la noche buena, muy presentables, bien bañaditos, peinaditos, perfumaditos y con la ropa de estreno bien planchadita, dispuestos a no dormir esa noche especial, para esperar a que el escurridizo y querido personaje llegase a entregarnos nuestros deseados regalos.
Cada noche nueva, por unas horas todo era especial, toda la familia estaba junta celebrando. Los chistes, las bailadas con las canciones inmortales, las payasadas de los borrachos, los petardos, la comida y los regalos de Santa, hicieron esas noches invaluables, y con ese recuerdo, no existe nada, que pueda cambiar esa alegría, que como niños pobres vivimos.
Treinta y tanto años después, recibí una foto de esa calle en San Salvador adonde viví mi niñez y aprecio que nada ha cambiado, parece que el pasaje se quedó paralizado en el tiempo y el progreso no ha pasado por allí.
Trato de comprender ¿cómo es posible?. Determino que, las revueltas políticas y revolucionarias en nombre del pueblo, fueron, un instrumento para obtener poder y mejorar las condiciones de vida de algunos – los comandantes -.
Los beneficios del sacrificio revolucionario, aun están lejos de esos barrios, aunque, el gobierno municipal y buena parte del legislativo está en el poder de los lideres revolucionarios que sacrificaron las vidas de setenta y cinco mil héroes.
Al recordar los puestos del mercado, mientras en la noche mi madre compraba los burros de barro para el nacimiento navideño, recuerdo como a los pies de esas mujeres, había cajas de cartón grandes, en las cuales, estaban sus bebes, envueltos en pequeñas mantas, en las que soñaban su paz.
Nadie o nada interrumpía el sueño de esos inocentes, quienes como yo, entonces, no conocía qué era la pobreza, porque aun viviendo en ella, en nuestras mentes no existía una realidad de la vida, sino la fantasía, el amor de nuestros padres y la protección de ellos en cualquier techo o caja.
Desdichadamente, todavía hoy, esas realidades de pobreza y otras más dramáticas se viven en las calles de San Salvador y Latinoamérica, adonde niños duermen en cajas de cartón o en las bancas de los parques o en las aceras de las calles. Cientos de ellos son abusados y son dependientes de los vicios de la sociedad.
Obrar en beneficio de estos inocentes, consiste en cambiar dramáticamente las políticas públicas de nuestras naciones, de manera que el progreso no evada por mucho tiempo más a este sector de la sociedad de donde millones procedemos.
Disminuir la pobreza extrema en la capital de la República debió haber sido el primer paso hacia una verdadera acción en beneficio del pueblo, al firmarse los acuerdos de paz, pero sin la voluntad política de quienes tienen la capacidad de hacerlo - en este caso la mayor responsabilidad recae en los ex comandantes que por una década han gobernado en la alcaldía y la asamblea legislativa - pasarán treinta años más y el tiempo seguirá detenido en esos pasajes de la capital, sin conocer el progreso.
Al amanecer de esa noche buena de mi primera navidad, me quedé dormido en una silla esperando a Santa, nunca lo pude ver. Olvido ya, cuantos años más pasaron hasta que descubrí a mis padres ser Santa, pero en esa pobreza, ellos me dieron la mayor felicidad de todas, que fue tenerlos. Razono en ello y me siento muy afortunado de poder haber vivido ese tiempo, en ese lugar, bajo esas circunstancias y en unos días, estaremos juntos celebrando esa importante fecha familiar y nuevamente les agradeceré por ese gesto de sacrificio y amor, que ha sido mi mejor regalo de navidad en la vida.
Estas navidades, son muy diferentes a las que viví hace más de treinta años, ahora mi hija de seis años espera con mucha ansiedad a Santa, y ella tuvo mucha más suerte que yo, para encontrarlo, descubrió adonde verlo, me dijo: “Santa Claus is in the Mall, papi”.
Monday, December 22, 2008
Monday, December 15, 2008
INVERSIÓN POLÍTICA EN LA DIÁSPORA
Desde Washington DC
Por Walter Monge-Cruz
www.comisioncivicademocrativa.org
waltermonge@comisioncivicademocratica.org
Miles de centroamericanos han emprendido el retorno a sus países de origen desde diferentes partes del mundo con el propósito de disfrutar con sus familias las fiestas navideñas y de fin de año. Esta movilización global durante esta época del año, es sin duda, el mejor regalo para estas familias, las cuales, debido a la implementación de políticas públicas que generan pobreza y emigración se encuentran separadas.
Por un par de semanas en la compañía de padres, cónyuges, hijos, parientes y amigos, estos héroes de miles de familias, cambiaran las arduas horas de trabajo y las limitaciones de su vida cotidiana, por la merecida amenidad de horas de diversión, ocio y gasto de sus ahorros, con lo cual, cada año impactan el comercio y el turismo de Centroamérica.
Los obreros centroamericanos en el exterior, contamos con las mayores deficiencias académicas y vocacionales entre todos los latinoamericanos en la fuerza laboral mundial. Esta realidad tiene su origen en doscientos años de negligencia social para la clase obrera, lo que produce, que la contribución económica de la diáspora - por medio de las remesas familiares y productivas, las inversiones comerciales e industriales y el consumo turístico - tenga un precioso valor en los principios que hacen esto posible, los cuales son: Esmero, disciplina, patriotismo y amor por la familia.
Como nación en el exterior, nosotros hemos sido los artífices de nuestro propio destino y aún, sin la preparación académica y vocacional optima, hemos sido capaces de aprovechar las oportunidades que se nos han presentado para convertirnos en precursores de desarrollo humano, social y económico.
A todos nos gusta sentir que se respeten y admiren nuestros logros, y los representantes políticos en Centroamérica no escatiman ningún esfuerzo en hacerlo, ya que, con música de mariachis en los aeropuertos, monumentos a nuestro nombre y pancartas de bienvenida, nos hacen sentir importantes y apreciados. Pero, ¿Es esto suficiente? No, no lo es.
Por años hemos manifestado nuestra aspiración a ser incluidos políticamente, en el caso salvadoreño particularmente, hemos insistido en el derecho democrático del voto en el exterior, el cual, ya es una promesa presidencial incumplida y que nuevamente, cinco años después, es tema de campaña política entre los actuales candidatos presidenciales.
El aporte económico de la diáspora, no ha sido suficiente para lograr incidir políticamente, sin embargo, los compatriotas salvadoreños que visitan al país, se encontraran en un ambiente en el cual, el gasto de sus ahorros es bienvenido, pero la influencia de su preferencia electoral es invaluable.
A diferencia de otras elecciones, encontraran en ésta, la participación histórica a un cargo de alto nivel político, de una representante de la diáspora. Se trata de la activista comunitaria de Boston, compañera de liderazgo y apreciada amiga, Merlín Peña, quien es candidata a la Vice Presidencia por el Partido Demócrata Cristiano (PDC)
Su participación es una demostración de apertura política, que celebro y respaldo, sobretodo, porque es un paso importante hacia la incidencia política que promuevo. El PDC ha hecho una inversión política seria en la diáspora salvadoreña, a través de Merlín Peña; otros partidos políticos centroamericanos han realizado también inversiones un poco modestas, pero importantes, como la designación de diputados suplentes para el parlamento, asambleas legislativas y alcaldías; sin embargo, los partidos con mayor poder político se oponen a invertir políticamente en la diáspora y uno de ellos esta por perder el poder que ha ostentado por veinte años.
La incidencia política de la diáspora centroamericana se encuentra aún en su alba, pero su trascendencia continuará creciendo hasta alcanzar su propósito: Cambiar positivamente el destino de las nuevas generaciones de centroamericanos.
Por Walter Monge-Cruz
www.comisioncivicademocrativa.org
waltermonge@comisioncivicademocratica.org
Miles de centroamericanos han emprendido el retorno a sus países de origen desde diferentes partes del mundo con el propósito de disfrutar con sus familias las fiestas navideñas y de fin de año. Esta movilización global durante esta época del año, es sin duda, el mejor regalo para estas familias, las cuales, debido a la implementación de políticas públicas que generan pobreza y emigración se encuentran separadas.
Por un par de semanas en la compañía de padres, cónyuges, hijos, parientes y amigos, estos héroes de miles de familias, cambiaran las arduas horas de trabajo y las limitaciones de su vida cotidiana, por la merecida amenidad de horas de diversión, ocio y gasto de sus ahorros, con lo cual, cada año impactan el comercio y el turismo de Centroamérica.
Los obreros centroamericanos en el exterior, contamos con las mayores deficiencias académicas y vocacionales entre todos los latinoamericanos en la fuerza laboral mundial. Esta realidad tiene su origen en doscientos años de negligencia social para la clase obrera, lo que produce, que la contribución económica de la diáspora - por medio de las remesas familiares y productivas, las inversiones comerciales e industriales y el consumo turístico - tenga un precioso valor en los principios que hacen esto posible, los cuales son: Esmero, disciplina, patriotismo y amor por la familia.
Como nación en el exterior, nosotros hemos sido los artífices de nuestro propio destino y aún, sin la preparación académica y vocacional optima, hemos sido capaces de aprovechar las oportunidades que se nos han presentado para convertirnos en precursores de desarrollo humano, social y económico.
A todos nos gusta sentir que se respeten y admiren nuestros logros, y los representantes políticos en Centroamérica no escatiman ningún esfuerzo en hacerlo, ya que, con música de mariachis en los aeropuertos, monumentos a nuestro nombre y pancartas de bienvenida, nos hacen sentir importantes y apreciados. Pero, ¿Es esto suficiente? No, no lo es.
Por años hemos manifestado nuestra aspiración a ser incluidos políticamente, en el caso salvadoreño particularmente, hemos insistido en el derecho democrático del voto en el exterior, el cual, ya es una promesa presidencial incumplida y que nuevamente, cinco años después, es tema de campaña política entre los actuales candidatos presidenciales.
El aporte económico de la diáspora, no ha sido suficiente para lograr incidir políticamente, sin embargo, los compatriotas salvadoreños que visitan al país, se encontraran en un ambiente en el cual, el gasto de sus ahorros es bienvenido, pero la influencia de su preferencia electoral es invaluable.
A diferencia de otras elecciones, encontraran en ésta, la participación histórica a un cargo de alto nivel político, de una representante de la diáspora. Se trata de la activista comunitaria de Boston, compañera de liderazgo y apreciada amiga, Merlín Peña, quien es candidata a la Vice Presidencia por el Partido Demócrata Cristiano (PDC)
Su participación es una demostración de apertura política, que celebro y respaldo, sobretodo, porque es un paso importante hacia la incidencia política que promuevo. El PDC ha hecho una inversión política seria en la diáspora salvadoreña, a través de Merlín Peña; otros partidos políticos centroamericanos han realizado también inversiones un poco modestas, pero importantes, como la designación de diputados suplentes para el parlamento, asambleas legislativas y alcaldías; sin embargo, los partidos con mayor poder político se oponen a invertir políticamente en la diáspora y uno de ellos esta por perder el poder que ha ostentado por veinte años.
La incidencia política de la diáspora centroamericana se encuentra aún en su alba, pero su trascendencia continuará creciendo hasta alcanzar su propósito: Cambiar positivamente el destino de las nuevas generaciones de centroamericanos.
Tuesday, December 9, 2008
CRISIS ECONÓMICA Y REFORMA MIGRATORIA
Desde Washington DC
Por Walter Monge-Cruz
www.comisioncivicademocrativa.org
El ambiente político en Washington se encuentra dominado por los anuncios que el presidente electo Barack Obama realiza casi cotidianamente presentando a las personalidades que integraran su gabinete de gobierno y por el debate que en el congreso se sostiene con lideres corporativos de las compañías automotrices para salvar esta industria con un subsidio multibillonario.
Mientras tanto, bajo el intenso frío en la oscuridad de cada mañana, en los parqueos de diferentes tiendas seven eleven en las comunidades adonde reside un porcentaje importante de latinoamericanos en Virginia y Maryland, se aprecian las concentraciones cada vez más grandes desde las cinco de la mañana de grupos de trabajadores latinoamericanos sin empleo fijo, quienes buscan alguna ocupación informal para el día, con la cual puedan ganar algún dinero que les permita subsistir un día más en la tierra de las pocas oportunidades, como se ha convertido los Estados Unidos de América en este momento de crisis económica.
José R., es un joven campesino salvadoreño, su profesión es albañil; su esposa Sandra de origen hondureño, trabaja limpiando casas, ambos son indocumentados y cuentan con una educación mediocre de tercer grado, su mayor logro académico ha sido aprender a leer y escribir; ahora, ellos ejemplarizan la realidad de estos inmigrantes, la cual, no es alentadora: José R., desde hace tres meses - cuando perdió su empleo de cuatro años - cada mañana llega puntual a las cuatro y media, al parqueo de un seven eleven, sin embargo, las horas pasan y también los días, sin poder obtener un empleo.
Sandra por su parte desde julio vio reducidas las horas de su trabajo a cinco diarias, lo que provocó que abandonaran la casa que un agente de bienes y raíces sin escrúpulos les ayudo a adquirir, sin que ellos tuvieran la capacidad para pagarla y así, perdieron todos sus ahorros.
Hace unos años la demanda por jornaleros, albañiles, ayudantes de carga y de limpieza era muy alta, una jornada de trabajo fácilmente excedía las catorce horas diarias, resultando en ingresos económicos muy generosos.
El auge en la industria de la construcción que por más de una década proveyó de empleo fijo y altos salarios a millones de inmigrantes latinoamericanos se ha desvanecido y a esta trágica situación, se agrega el acoso al que estos trabajadores en Virginia son sujetos por las autoridades policiales, al actuar como agentes migratorios quienes proceden a encarcelar a los inmigrantes que no pueden demostrar su presencia legal en el país.
El presidente electo Obama, planea gastar billones de dólares en la construcción y reparación de carreteras y escuelas en todo el país, con el propósito de emplear una buena parte del millón de trabajadores actualmente desempleados y reactivar esta industria que ha sido muy generosa para los latinoamericanos. Sin embargo, las empresas constructoras que adquieran estos nuevos contratos, serán reguladas de manera estricta por las autoridades migratorias para garantizar que estos empleos beneficien a este millón de ciudadanos y residentes legales.
El proceso de reforma migratoria no se encuentra en las cinco prioridades inmediatas del presidente electo, pero debería serlo, ya que la mano de obra calificada que su plan de reactivación económica propone, requiere de estos latinoamericanos que terminan haciendo el trabajo que nadie más quiere hacer, no solo en la construcción, sino también, en otras industrias como las de agricultura, restaurantes, hoteles, etc.
La valiosa contribución de esta fuerza laboral ha sido demostrada sustancialmente en tiempos de apogeo económico. Ahora que el país se encamina a implementar políticas públicas que resolverán los problemas que causaron esta crisis, es imperativo que los once millones de indocumentados sean integrados legalmente a la responsabilidad de aportar con su trabajo e impuestos - como ya lo han hecho desde la oscuridad de la ilegalidad migratoria - para hacer de esta nación una vez más, la más poderosa de la tierra.
Por Walter Monge-Cruz
www.comisioncivicademocrativa.org
El ambiente político en Washington se encuentra dominado por los anuncios que el presidente electo Barack Obama realiza casi cotidianamente presentando a las personalidades que integraran su gabinete de gobierno y por el debate que en el congreso se sostiene con lideres corporativos de las compañías automotrices para salvar esta industria con un subsidio multibillonario.
Mientras tanto, bajo el intenso frío en la oscuridad de cada mañana, en los parqueos de diferentes tiendas seven eleven en las comunidades adonde reside un porcentaje importante de latinoamericanos en Virginia y Maryland, se aprecian las concentraciones cada vez más grandes desde las cinco de la mañana de grupos de trabajadores latinoamericanos sin empleo fijo, quienes buscan alguna ocupación informal para el día, con la cual puedan ganar algún dinero que les permita subsistir un día más en la tierra de las pocas oportunidades, como se ha convertido los Estados Unidos de América en este momento de crisis económica.
José R., es un joven campesino salvadoreño, su profesión es albañil; su esposa Sandra de origen hondureño, trabaja limpiando casas, ambos son indocumentados y cuentan con una educación mediocre de tercer grado, su mayor logro académico ha sido aprender a leer y escribir; ahora, ellos ejemplarizan la realidad de estos inmigrantes, la cual, no es alentadora: José R., desde hace tres meses - cuando perdió su empleo de cuatro años - cada mañana llega puntual a las cuatro y media, al parqueo de un seven eleven, sin embargo, las horas pasan y también los días, sin poder obtener un empleo.
Sandra por su parte desde julio vio reducidas las horas de su trabajo a cinco diarias, lo que provocó que abandonaran la casa que un agente de bienes y raíces sin escrúpulos les ayudo a adquirir, sin que ellos tuvieran la capacidad para pagarla y así, perdieron todos sus ahorros.
Hace unos años la demanda por jornaleros, albañiles, ayudantes de carga y de limpieza era muy alta, una jornada de trabajo fácilmente excedía las catorce horas diarias, resultando en ingresos económicos muy generosos.
El auge en la industria de la construcción que por más de una década proveyó de empleo fijo y altos salarios a millones de inmigrantes latinoamericanos se ha desvanecido y a esta trágica situación, se agrega el acoso al que estos trabajadores en Virginia son sujetos por las autoridades policiales, al actuar como agentes migratorios quienes proceden a encarcelar a los inmigrantes que no pueden demostrar su presencia legal en el país.
El presidente electo Obama, planea gastar billones de dólares en la construcción y reparación de carreteras y escuelas en todo el país, con el propósito de emplear una buena parte del millón de trabajadores actualmente desempleados y reactivar esta industria que ha sido muy generosa para los latinoamericanos. Sin embargo, las empresas constructoras que adquieran estos nuevos contratos, serán reguladas de manera estricta por las autoridades migratorias para garantizar que estos empleos beneficien a este millón de ciudadanos y residentes legales.
El proceso de reforma migratoria no se encuentra en las cinco prioridades inmediatas del presidente electo, pero debería serlo, ya que la mano de obra calificada que su plan de reactivación económica propone, requiere de estos latinoamericanos que terminan haciendo el trabajo que nadie más quiere hacer, no solo en la construcción, sino también, en otras industrias como las de agricultura, restaurantes, hoteles, etc.
La valiosa contribución de esta fuerza laboral ha sido demostrada sustancialmente en tiempos de apogeo económico. Ahora que el país se encamina a implementar políticas públicas que resolverán los problemas que causaron esta crisis, es imperativo que los once millones de indocumentados sean integrados legalmente a la responsabilidad de aportar con su trabajo e impuestos - como ya lo han hecho desde la oscuridad de la ilegalidad migratoria - para hacer de esta nación una vez más, la más poderosa de la tierra.
Tuesday, December 2, 2008
CANDIDATOS PRESIDENCIALES Y SALVADOREÑOS EN EL MUNDO
Desde Washington DC
Publicacion exclusiva para Blog Voz de la Diaspora
Por Walter Monge-Cruz
El medio electrónico salvadoreño El Faro, publicó varias declaraciones del máximo líder del grupito mercenario llamado Salvadoreños en el Mundo, Salvador Sanabria, con respecto a los candidatos presidenciales de los partidos políticos Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y el Partido Demócrata Cristiano (PDC), quienes decidieron no participar la semana pasada del fiasco organizado por estos hermanos salvadoreños en San Salvador, titulado VI Convención de Salvadoreños en el Mundo. Sanabria dijo:
“¿Que que interpreto de que los otros dos no hayan venido? Que no les interesa la diáspora salvadoreña. Si gritan a los cuatro vientos que los salvadoreños en el exterior somos importantes para ellos, deberían haberlo demostrado”.
Según Salvador Sanabria, el candidato Rodrigo Ávila, de ARENA adujo compromisos de campaña política y ofreció enviar en su lugar a su compañero de formula Arturo Zablah; y según Francisco Rivera, presidente de SEEM, el candidato Carlos Rivas Zamora del PDC, decidió no asistir “escudándose en insultos y acusaciones”
Otro semanario electrónico en Washington DC, Metro Latino USA, publicó un mensaje del presidente de este grupito en el que elabora con lástima y como victima, la falta de participación de los candidatos presidenciales, del presidente Saca y de representantes del gobierno. Finaliza su mensaje agradeciendo a los participantes con la frase: “ la realización de este bonito y sencillo convivio del pueblo salvadoreño en el exterior dentro del Marco de la VI Convención de Salvadoreños en el Mundo.
Primero, es muy cierto que los candidatos presidenciales de ARENA y PDC, gritan a los cuatro vientos que somos importantes y con su rechazo a la invitación hecha por estos dos hermanos salvadoreños, LO HAN DEMOSTRADO. Los dos candidatos escucharon los pedidos hechos por amplios sectores representativos de la diáspora en Estados Unidos para no participar de ese fraude representativo que ejecutan los mercenarios Salvador Sanabria, Francisco Rivera, José Manuel Ortiz Benítez, Yasmín Romero, Elmer Palma y una puñada mas de colaboradores, al adjudicarse la representación de los Salvadoreños en el Mundo.
La decisión de Rodrigo Ávila y Carlos Rivas Zamora, así como también, del Presidente Saca y representantes del gobierno salvadoreño de no asistir a esa farsa apoyada por la Universidad Centroamericana (UCA) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ha sido aplaudida por amplios sectores representativos de la diáspora de costa a costa en Estados Unidos.
La difamación, humillación e insulto a los que ha sido sujeta la líder de género de la diáspora, Merlín Peña, por Yasmín Romero, Directora Cultural de SEEM, quien la acusa falsamente de robo, fue la razón principal por la cual el candidato presidencial del PDC demostró su solidaridad, respeto y valor por la diáspora y no acudió. Brindó esa declaración en una entrevista televisada a todo el país. Lo cual es admirable de reconocimiento.
Este hecho de difamación comprueba la calidad humana y moral de estos hermanos salvadoreños, lo cual, les ha caracterizado durante los pasados seis años.
El comportamiento de este compadrazgo de parientes y amigos alcohólicos de barra, que se atribuyen la representación de tres millones de salvadoreños que habitan en el mundo, mientras difaman a lideres notables de la diáspora, como lo es el caso ilustrado últimamente en la candidata Vicepresidencial por el PDC, Merlín Peña, es condenable.
¿Qué tanto sabe el director del PNUD de la trayectoria de estos hermanos salvadoreños? Hay que solicitarle una respuesta, porque obviamente, el fin de estas hermanos salvadoreños es opuesta a la misión del PNUD.
Por otra parte, los medios de comunicación salvadoreños informaron que el candidato del FMLN Mauricio Funes, también había cancelado su participación en ese fiasco, pero según el Faro, su hijo lo convenció de que apareciera para medio salvar la debacle de esa noche.
La actitud del candidato del FMLN Mauricio Funes, ha demostrado que finalmente ha comprendido su error de asociarse con este grupito que lamentablemente desprestigia a los salvadoreños que vivimos en el exterior, y su intención de cancelar su participación a ese evento es un gesto que ha sido aplaudido por lideres de la diáspora, y comprendemos que haya cedido a la presión de su hijo - quien obviamente desconoce el fraude representativo que es SEEM - para complacer a los asistentes, quienes engañados por estos sujetos esperaban ver a los cuatro candidatos. La decisión de Mauricio Funes es respetable.
Las declaraciones de Salvador Sanabria y Francisco Rivera, denotan la actitud de personas quienes viven en un mundo de fantasía, lejano de la realidad.
¿De veras creerán que aun pueden dar ese tipo de declaraciones, asumiendo que tienen derecho moral de hablar por la diáspora, después de que el pueblo salvadoreño en el exterior por seis años los ha conocido y ahora en El Salvador, ha visto y oído por televisión los problemas de carácter que tienen por boca de un candidato presidencial?
Sus declaraciones no demuestran humildad, sino arrogancia, pero sobretodo cinismo; su actitud demencial al declarar que el fiasco en San Salvador, fue un convivio del pueblo salvadoreño en el exterior bajo el marco de la convención de Salvadoreños en el Mundo, demuestra una tremenda falta de madurez, que rebalsa en la estupidez.
Representar legítimamente a tres millones de salvadoreños no se hace a través de reunir a la esposa, unos compadres que viven en Canadá, Suecia y España, usar un nombre como Salvadoreños en el Mundo y sentarse al calor de los tragos de licor a planear como conspirar y difamar a quienes no les apoyan, para adjudicarse la representación del pueblo en el exterior, como lo ha logrado hacer el plan político de seis años de Salvador Sanabria, quien hábilmente en la oscuridad detrás de la cortina, jala las pitas de sus marionetas. Este plan de ambición por el poder político y económico, ha llevado a este hermano salvadoreño y su grupo a la infamia y con él, ha arrastrado el nombre de los salvadoreños que vivimos en el mundo.
Representar a tres millones de salvadoreños en el exterior en una sola organización no es posible, representar algunos de sus intereses políticos, sociales y económicos, lo hacen todos días las mas de quinientas organizaciones comunitarias que existen en el mundo.
El grupito mal llamado Salvadoreños en el Mundo, le cerró las puertas a estas organizaciones hace años, a través de, conspiraciones, humillaciones y difamaciones para llegar a lo que es ahora: un fraude representativo.
Publicacion exclusiva para Blog Voz de la Diaspora
Por Walter Monge-Cruz
El medio electrónico salvadoreño El Faro, publicó varias declaraciones del máximo líder del grupito mercenario llamado Salvadoreños en el Mundo, Salvador Sanabria, con respecto a los candidatos presidenciales de los partidos políticos Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y el Partido Demócrata Cristiano (PDC), quienes decidieron no participar la semana pasada del fiasco organizado por estos hermanos salvadoreños en San Salvador, titulado VI Convención de Salvadoreños en el Mundo. Sanabria dijo:
“¿Que que interpreto de que los otros dos no hayan venido? Que no les interesa la diáspora salvadoreña. Si gritan a los cuatro vientos que los salvadoreños en el exterior somos importantes para ellos, deberían haberlo demostrado”.
Según Salvador Sanabria, el candidato Rodrigo Ávila, de ARENA adujo compromisos de campaña política y ofreció enviar en su lugar a su compañero de formula Arturo Zablah; y según Francisco Rivera, presidente de SEEM, el candidato Carlos Rivas Zamora del PDC, decidió no asistir “escudándose en insultos y acusaciones”
Otro semanario electrónico en Washington DC, Metro Latino USA, publicó un mensaje del presidente de este grupito en el que elabora con lástima y como victima, la falta de participación de los candidatos presidenciales, del presidente Saca y de representantes del gobierno. Finaliza su mensaje agradeciendo a los participantes con la frase: “ la realización de este bonito y sencillo convivio del pueblo salvadoreño en el exterior dentro del Marco de la VI Convención de Salvadoreños en el Mundo.
Primero, es muy cierto que los candidatos presidenciales de ARENA y PDC, gritan a los cuatro vientos que somos importantes y con su rechazo a la invitación hecha por estos dos hermanos salvadoreños, LO HAN DEMOSTRADO. Los dos candidatos escucharon los pedidos hechos por amplios sectores representativos de la diáspora en Estados Unidos para no participar de ese fraude representativo que ejecutan los mercenarios Salvador Sanabria, Francisco Rivera, José Manuel Ortiz Benítez, Yasmín Romero, Elmer Palma y una puñada mas de colaboradores, al adjudicarse la representación de los Salvadoreños en el Mundo.
La decisión de Rodrigo Ávila y Carlos Rivas Zamora, así como también, del Presidente Saca y representantes del gobierno salvadoreño de no asistir a esa farsa apoyada por la Universidad Centroamericana (UCA) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ha sido aplaudida por amplios sectores representativos de la diáspora de costa a costa en Estados Unidos.
La difamación, humillación e insulto a los que ha sido sujeta la líder de género de la diáspora, Merlín Peña, por Yasmín Romero, Directora Cultural de SEEM, quien la acusa falsamente de robo, fue la razón principal por la cual el candidato presidencial del PDC demostró su solidaridad, respeto y valor por la diáspora y no acudió. Brindó esa declaración en una entrevista televisada a todo el país. Lo cual es admirable de reconocimiento.
Este hecho de difamación comprueba la calidad humana y moral de estos hermanos salvadoreños, lo cual, les ha caracterizado durante los pasados seis años.
El comportamiento de este compadrazgo de parientes y amigos alcohólicos de barra, que se atribuyen la representación de tres millones de salvadoreños que habitan en el mundo, mientras difaman a lideres notables de la diáspora, como lo es el caso ilustrado últimamente en la candidata Vicepresidencial por el PDC, Merlín Peña, es condenable.
¿Qué tanto sabe el director del PNUD de la trayectoria de estos hermanos salvadoreños? Hay que solicitarle una respuesta, porque obviamente, el fin de estas hermanos salvadoreños es opuesta a la misión del PNUD.
Por otra parte, los medios de comunicación salvadoreños informaron que el candidato del FMLN Mauricio Funes, también había cancelado su participación en ese fiasco, pero según el Faro, su hijo lo convenció de que apareciera para medio salvar la debacle de esa noche.
La actitud del candidato del FMLN Mauricio Funes, ha demostrado que finalmente ha comprendido su error de asociarse con este grupito que lamentablemente desprestigia a los salvadoreños que vivimos en el exterior, y su intención de cancelar su participación a ese evento es un gesto que ha sido aplaudido por lideres de la diáspora, y comprendemos que haya cedido a la presión de su hijo - quien obviamente desconoce el fraude representativo que es SEEM - para complacer a los asistentes, quienes engañados por estos sujetos esperaban ver a los cuatro candidatos. La decisión de Mauricio Funes es respetable.
Las declaraciones de Salvador Sanabria y Francisco Rivera, denotan la actitud de personas quienes viven en un mundo de fantasía, lejano de la realidad.
¿De veras creerán que aun pueden dar ese tipo de declaraciones, asumiendo que tienen derecho moral de hablar por la diáspora, después de que el pueblo salvadoreño en el exterior por seis años los ha conocido y ahora en El Salvador, ha visto y oído por televisión los problemas de carácter que tienen por boca de un candidato presidencial?
Sus declaraciones no demuestran humildad, sino arrogancia, pero sobretodo cinismo; su actitud demencial al declarar que el fiasco en San Salvador, fue un convivio del pueblo salvadoreño en el exterior bajo el marco de la convención de Salvadoreños en el Mundo, demuestra una tremenda falta de madurez, que rebalsa en la estupidez.
Representar legítimamente a tres millones de salvadoreños no se hace a través de reunir a la esposa, unos compadres que viven en Canadá, Suecia y España, usar un nombre como Salvadoreños en el Mundo y sentarse al calor de los tragos de licor a planear como conspirar y difamar a quienes no les apoyan, para adjudicarse la representación del pueblo en el exterior, como lo ha logrado hacer el plan político de seis años de Salvador Sanabria, quien hábilmente en la oscuridad detrás de la cortina, jala las pitas de sus marionetas. Este plan de ambición por el poder político y económico, ha llevado a este hermano salvadoreño y su grupo a la infamia y con él, ha arrastrado el nombre de los salvadoreños que vivimos en el mundo.
Representar a tres millones de salvadoreños en el exterior en una sola organización no es posible, representar algunos de sus intereses políticos, sociales y económicos, lo hacen todos días las mas de quinientas organizaciones comunitarias que existen en el mundo.
El grupito mal llamado Salvadoreños en el Mundo, le cerró las puertas a estas organizaciones hace años, a través de, conspiraciones, humillaciones y difamaciones para llegar a lo que es ahora: un fraude representativo.
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